Capítulo 5
Los robots flotaban lo más silenciosamente que podían, mientras que el vapor que los impulsaba parecía una fuerte ráfaga de viento. Todos sus pilotos estaban tensos. La llegada a los alrededores del supuesto cuartel de los Yupon- G había sido demasiado fácil.
- Tengo un mal presentimiento- dijo Sanosuke a través de la radio de frecuencia especial.
- Mantengan los ojos abiertos, nada más… - ordenó Kenshin intentando infundir calma, pero él mismo se sentía inquieto. Algo dentro de su memoria se activaba con la situación, algo que había ocurrido hace tiempo.
- Robot Kenshin- se escuchó decir a Kaoru- ¿No crees que esto está demasiado fácil?
- No me gusta nada esta situación- añadió Misao.
- Lo sé, lo sé… Pero no podemos hacer otra cosa más que seguir adelante. Ese muchacho, Yahiko, depende de nosotros- recordó Kenshin.
De pronto y de la nada, apareció una ráfaga de ametralladoras en contra del escuadrón que venía desde la construcción que exploraban.
- ¡Maniobras evasivas, robots!- gritó Kaoru a través de la frecuencia general- ¡Es una trampa, robot Kenshin¡Debemos replegarnos!
- No!- ordenó él- No podemos replegarnos. Hay que seguir adelante…
- Robot Kenshin- insistió Kaoru con furia- Nos estaban esperando… Y no podemos localizar al enemigo ahora, debemos replegarnos.
Mientras los robots intentaban ponerse a cubierto en caso de otro ataque, una nueva ráfaga de metrallas voló en el cielo nocturno esta vez con mejor puntería, dando de lleno en el robot piloteado por Hiei, hiriendo de muerte tanto a la máquina como su ocupante. El vapor escapaba por todos lados.
- Robot Hiei, responda- gritó Kenshin por la frecuencia especial- ¡HIEI!
Sólo en ese momento, Kenshin y los suyos se dieron cuenta de la presencia de enemigo justo al frente de ellos, cuando a través de la radio pudieron escuchar su comunicación.
- JAJAJAJA! Así es que nos volvemos a encontrar. Y veo que ahora diriges esta tonta operación. No tiene caso seguir adelante. Sabemos todos sus movimientos. En estos momentos mi tropa ya ha acabado con la Shinsengumi y las Ishin Shishi. Mejor ríndanse y les perdonaré la vida.
- ¿Quién es este desgraciado, lo conoces Kenshin?- preguntó Sanosuke a través de la radio de frecuencia general.
- Oh, pero qué modales… No me he presentado. Soy el robot Soujiro Z, número dos del Yupon G. Y ahora… Se rinden?
El corazón de Kenshin latía con violencia, Soujiro Z…. Ese nombre lo conocía muy bien, pero no sabía cómo o por qué. Sin embargo, su memoria le estaba trayendo los flashes de una batalla anterior, una donde perdió a las personas que más quería en el mundo.
- Vaya, pero si el robot Kenshin es incapaz de reconocerme- dijo con ironía Soujiro Z- tal vez, esto te ayude a refrescar la memoria- y haciendo uso de su metralleta descargó en contra de toda la tropa.
- Maniobra evasiva… Protejan a Hiei- ordenó Kenshin, sin estar realmente seguro de que Hiei todavía estuviera vivo.
- Para qué te molestas, Kenshin… Ese robot y su piloto están inutilizados de por vida… Tal como lo hice con tus amigos hace años. JAJAJAJA… No se resistan más, si se entregan ahora, no sufrirán una muerte lenta, se los prometo.
En ese momento, Kenshin lo recordó todo. La batalla, Tomoe, Enishi, el Escuadrón… La muerte.
- ¡TÚ! Maldito criminal. Tú fuiste quién los mató. Bastardo desgraciado… ¡TOMA!- y con su espada en alto, el robot Kenshin descargó con furia en contra de Soujiro Z, logrando dañar algunos de sus circuitos.
- Kenshin!- era la primera vez que Kaoru lo trataba de tú y en forma familiar… Ella se había dado cuenta que Kenshin recordaba la noche en que Enishi, su amado, murió a manos del Yupon- G- Kenshin, no vale la pena, será mejor escapar esta vez… Kenshin, no tienes oportunidad contra él.
- El fue el que destruyó a Enishi y a Tomoe, Kaoru… Él mató a tu novio y a mi esposa y va a pagar por ello ahora… Váyanse, vayan al Cuartel e informen a Saito de todo esto. Yo pelearé con él y cubriré la retirada.
- ¡Pero te has vuelto loco!- dijo Aoshi sin querer moverse de donde estaba- O nos quedamos todos o nos vamos todos, Kenshin, pero no te dejaremos atrás.
- Si huimos todos no tendremos oportunidad de salir con vida, váyanse y yo los cubriré. Rescaten a Hiei… ¡ES UNA ORDEN, AOSHI!
- Así es que el muchachito que me enfrentó aquella vez quiere volver a jugar…. Bien, pendejo, te daré en el gusto, así como te lo di la última vez.
Kenshin recordó aún más… Esa noche, había sido él y nadie más que él el culpable de esas muertes. De pronto sintió un dolor tremendo, uno que viene desde el interior del corazón… Un dolor de muerte.
- Robot Kenshin, robot Kenshin… Retírate. No tenemos oportunidad… A todas las unidades, aborten la misión- dijo Enishi, viendo cómo su amigo estaba frente a frente contra uno de los robots del Yupon- G.
- No me iré, Enishi… este tipo debe morir… MATÓ A TOMOE!
- Kenshin, si no nos vamos ahora, jamás podremos vengar a Tomoe. Venga, vamos, Kenshin… No puedes enfrentarlo tú solo.
- Entonces enfréntalo conmigo, Enishi. Debe pagar lo que le hizo a Tomoe.
- Kenshin, esto es una orden… Nos retiramos- y haciendo uso de su mano libre, el robot Enishi tomó al robot Kenshin para preparar la huída… Ese fue el error que aprovechó el enemigo y mientras Enishi arrastraba a al joven piloto y su máquina, la descarga fulminate no se hizo esperar.
- JAJAJAJA! Nadie puede contra Soujiro Z….. NUNCA SE TE OLVIDE PENDEJO.
Luego, vino el silencio y el despertar en el hospital del cuartel, solo. No había señas de Enishi. No había señas de nadie. Sólo pudo distinguir la silueta de Saito en la ventana.
- Tuviste suerte de que ese criminal del Yupon- G te creyera muerto.
- Enishi!- dijo Kenshin sin recordar nada del ataque. Él estaba conmigo…
- ¿Es que no lo sabes?- Enishi murió en el ataque….
En ese momento, Kenshin se dio cuenta de la herida de su cara y una sensación de vació lo invadió. ¿Qué había pasado? No podía recordar la respuesta.
No la pudo recordar hasta hoy.
- ¡Retírense ahora!- volvió a ordenar Kenshin mientras Sanosuke tomaba a Hiei con su mano libre- Es hora de ajustar cuentas, Soujiro Z.
- Mientras veía cómo escapaba un poco de vapor del brazo de Z, a causa de las heridas que le logró asestar Kenshin, el piloto se lanzó en una segunda embestida- Por Tomoe y por Enishi…..
- Kenshin!- gritó Kaoru, pero había apagado las radios. Esto era muy personal.
- Debemos irnos, Kaoru- dijo Aoshi- Confía en Kenshin, estará bien. Por ahora debemos informar todo esto y pedir refuerzos… ¡Vamos!
Y Kaoru, con lágrimas en los ojos emprendió la huida rezando para que él no fuera el siguiente en la lista de los muertos que amaba…. Mientras Kenshin, lograba romper e inutilizar una de las manos de Soujiro Z. La batalla había comenzado.
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