Esta madrugada, tuve un encuentro cercano con la temida muerte,
en emergencia, por primera vez, como todo en la vida, inesperado;
en circunstancias, que nunca antes, ni siquiera me lo habia imaginado;
aunque ocurrio, como si se tratara de algo, que estaba planificado.
Con quienes acababa de reir y, hasta bromear, al lado de mi lecho,
uno a uno, y apagando su voz, iban dejando su cuerpo inerte.
Cuando ya solo esperaba, que yo tambien, iba a correr la misma suerte,
luego de revisiones, transfusiones y operaciones, anestesiado;
me dieron de ALTA, porque ya estaba bien, con todo lo que me habian hecho.
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