Como la opinión de algunos no me merece respeto, los dejo con el chap 4
Capítulo 4
Kenshin fumaba tranquilamente en el último vagón del tren transporte. No era algo que hiciera muy seguido, pero a veces un poco de tabaco no le hacía mal a nadie.
Las ordenes estaban claras. Atacar por la retaguardia, mientras Shinsengumi y las Ishin Shishi creaban una distracción. Así al menos lo había estipulado, Fujita, el capitán de Shinsengumi... El mismo con el que habían hablado esa tarde en el despacho de Saito.
- Acá estás, Kenshin.
- Hola, Aoshi, amigo. ¿Un cigarrillo?- dijo distraídamente el líder mientras ofrecía la cajetilla.
- Seguro... ¿Está todo listo para el ataque?- le preguntó Aoshi mientras encendía su cigarro.
- Sí, supongo que está todo listo... ¿Quieres que sea honesto, amigo? No confío en este ataque, no confío en el capitán Fujita.
- ¿Por qué lo dices, Kenshin?
- Todo esto del secuestro me parece extraño... Quiero decir, Shinsengumi es uno de los mejores Escuadrones que existe y tenían este piloto estrella creador de un arama mortal y es secuestrado así como así... No sé, Aoshi, puede que sea exagerado, pero tengo la sensación de que alguien organizo esa operación desde adentro.
- Sí, yo también tiendo a pensar en ello... No es normal.
- Y Fujita se muestra demasiado relajado. Como si no importara la operación o diera lo mismo si sale bien o no.
Ambos hombres quedaron en silencio después de estas reflexiones. Sólo se podía escuchar el leve quemar de los cigarrillos de papel y el vaivén de la locomotora y el crujir de las vías.
- ¿Qué haremos si algo malo ocurre, Kenshin?- preguntó Aoshi de pronto.
- Mantengamos el ataque como hasta ahora... Hablaré con Kaoru al respecto y le diré que mantenga los ojos abiertos, ante cualquier cosa. Sólo espero que estemos equivocados.
- Yo también.
Sin embargo, una sombra se acercaba al cuarto de comunicaciones... Una sombra que confirmaba todos los temores de Kenshin.
- ¡Kenshin!- se escuchó gritar a Kaoru desde el fondo del vagón.
- Hola, Kaoru. ¿Disfrutas el paseo?
- Muy gracioso, Kenshin. Estamos llegando a nuestro destino, será mejor que pongamos los robots a punto para el ataque.
- Sí... Hay algo que debo hablar contigo, Kaoru, antes de que llevemos a cabo la orden...
- ¿Qué ocurre?
Kenshin le contó paso a paso sus temores y lo que pensaba del capitán Fujita. De hecho, le pidió a Kaoru que en cuanto subieran a los robots, conectaran las radios de frecuencia especial de guerra, para evitar que los Shinsengumi escucharan ciertas conversaciones.
- Es por precaución.
- Sí, te entiendo. Yo también tengo mala espina de todo esto... Parece muy fácil.
- Eso es lo que me pasa a mí.
Antes de subir a los robots, tanto Kenshin como Kaoru sostuvieron una muy breve charla con sus respectivos equipos, la cual se redujo a una línea, justo antes de que Fujita y los suyos aparecieran en el vagón de carga.
- Prendan las radios de frecuencia especial.
- ¿Todos listos?- preguntó Fujita justo cuando Kenshin y Kaoru terminaban de dar esta extraña orden.
- Sí, señor- respondieron todos los presentes en el vagón.
- Bien, apenas se detenga el tren, ustedes saldrán directo hacia el objetivo, así es que monten sus robots ahora y buena suerte.
- Sí, señor- volvieron a repetir todos.
Y sin que Fujita notara nada, todos los miembros del Koto Hajime- Ryû cumplieron la orden dada por Kenshin y Kaoru.
- Espero que sepan lo que están haciendo- dijo Misao mientras su radio especial se iluminaba con un pequeño botón rojo.
- Lo saben muy bien- contestó Aoshi.
La locomotora se detuvo casi sin ruido,a diferencia de como inició su marcha. Esa era la señal y todos los equipos salieron en cuanto abrieron los vagones.
- Vencer o morir, muchachos- dijo Kenshin por la radio principal- Mantengan los ojos abiertos- añadió a través de la radio especial.
- Sí, señor- repitieron las voces de todos, incluidas
las Koto Hajime.
Así, se iniciaba el más peligroso de los ataques en los que habían participado en mucho tiempo y sin saber que el enemigo recibía un teletipo con toda la información detallada. El peligro era inminente.
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