Una noche distinta (I)
Tú sostén callo en la cama,
Y tus hermosos senos
Quedaron a merced de mi boca,
Y mis manos,
Luego baje recorriendo
De forma rigurosa,
las extensas planicies,
de tu piel morena.
Roce el filo de tu ropa interior
Con mis dientes,
Y me deslice cada vez mas abajo,
Subí lamiendo
El borde interno de tus piernas.
Aquel humedecido ser,
Mezcla de carne y deseo,
Ardiente por si solo,
Retráctil.
Ungidos en las sombras
Y el vapor que emanaba del sudor de los cuerpos.
Con tu entrepierna en mi boca,
Tus gemidos rasgando mis tímpanos,
Mientras tomas tus pechos,
Y los mueves en círculos.
No puedo concentrarme,
Mi hijo,
Mi mujer,
Mi perro,
Todo conspiraba contra mi orgasmo,
Los recuerdos,
De que aun tengo vida,
Aunque yo no quiera.
Salí de la habitación
La mucama se vistió,
Se arreglo el escote,
Y comenzó a preparar el desayuno
Era temprano aun,
Subí las escaleras mirándome los pies,
Con el cuerpo flácido,
Como hoja de otoño.
En la cama,
Mi mujer dormida,
Con su olor a colonia barata,
Desarreglada,
Presa de los años.
Los pasos de mi lujuriosa
Ama de llaves,
Se sentían en el piso de abajo
Di la llave de la ducha
Y comencé,
A frotar con rabia,
El jabón contra mi cuerpo,
El hedor a sirvienta
No se quita fácil.
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