Con tus ojos forjé mi ayer,
excavé mi hoy y sembré mi mañana,
en tus manos guardé mis sueños,
posé mi risa, estanque mi mirada,
en tu boca, espacio eterno
del que nunca me sentí ajena;
en tu cuerpo construí un cielo,
firmé apuesta y cumplí condena...
después de tanto tiempo
de vivir en tu cuerpo,
de soñar en tu cara,
me desperté sola, triste, ajena,
como una triste pena
que aunque quiere liberarse,
le gusta sentir las cadenas...
Pero que más da, si ya son años de vivir sin ti,
y aunque añoche dormí contigo,
se que es otra la que ahora toca tu cuerpo,
tengo tantos años de vivir de tus recuerdos,
que no se si al encontrarte
simplemente te diría:
"no eres el de mis recuerdos,
lo siento, tú te equivocaste de cuerpo!!!"...
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