Es la nieve que cae sobre mi cabeza la que no me deja pensar,
Por más que intento sacármela de mi cabello más y más cae sobre mi pelo,
Se me entumecen los dedos de las manos, los pies ya ni los siento
Es invierno en el sur de mi vida,
Solo siento el olor a madera quemada,
Es un pueblo oscuro, frió, donde la nieve caen sin cesar.
Las casas están a oscuras y solo las chimeneas humeantes dan vida al lugar
Paseo por las calles de mi viejo barrio,
Recorro la casa donde algún día viví, morí, resucite y dormí,
Recorro los recuerdos con mi cuerpo helado y teñido de blanco
Escucho solo el ladrido de perros que nunca veo,
Como esos que en mi niñez, mil veces enterré junto a mis loros y conejos.
Siento pesada la nieve sobre mi mente, solo pasa un video del ayer que nunca muere,
Por más deambular por mi antiguo pueblo
Solo respiro el olor a madera humeante de las chimeneas invisibles,
Madera que alguna vez me preparó el pan de cena y calentó mis pequeñas manos.
Ahora tan lejos de esos días de niñez, solo tengo la oscura noche y la nieve blanca.
Ahora que camino solo por las calles que ya no recuerdan mis pasos
Observo los pinos nevados y los alerces congelados,
Ahora que estoy en soledad en la gélida noche de mis recuerdos
Ansío la taza de leche caliente y las tostadas con huevos frescos
Ahora la nieve sobrepasa mis pequeños pies de niño
Ahora me revuelco sobre la nieve suave y tersa,
Creo angelitos con mis brazos y piernas,
"Si fueran eternos no solo en nuestras cabezas…"
Siento la nieve helada sobre mis manos rojas de frío
Corro por mi vieja escuela golpeando las campanas de recreo
Corro por la nieve de mi pequeño pueblo,
Donde solo guardo los buenos y calidos momentos,
El peso de la nieve sobre mis hombros me hace caer
Y miro la nieve tapar mi rostro,
Como si las estrellas se estuvieran cayendo.
Me duermo sobre la nieve que cuida mis sueños
Duermo como un niño sobre el pasto verde de las lomas florecientes
Dejo que el blanco cubra mi maltrecho cuerpo,
Despierto sobre el desierto de mis recuerdos que nunca duermen. |