El frío que recorre cada noche mi cuerpo, viene para recordarme las ausencias…
¡Cómo duelen!
La agonía de las palabras que por temor jamás pronuncie me trae de nuevo tanta soledad…
¡Si también duele!
La oscuridad de la noche y el brillo de cada estrella me dicen que aun puedo esperar por ti… y sueño que estas conmigo.
Después de una serie de métodos desafortunados por sentir tú presencia, tu paz,
Esta noche puedo decirte que me siento más vacía que cualquier otra, y aunque trato de exprimirme de las entrañas el deseo de pertenecerte, nunca lo logro.
Me pregunto dónde estas? Y si en alguna ocasión piensas en mí.
Si ahora una estrella fugaz deslumbrara con su luz encantadora mis pupilas,
Sabes que pediría?
Mi deseo seria poder tenerte a mi lado este anochecer… cuando el cielo este en llamas, sentir la gloria del crepúsculo para alimentar nuestro espíritu, este momento lo quiero poder compartir contigo.
Escaparme contigo entre las tinieblas, sin tener que decir nada, solo quiero tocar tu alma, abrir tu corazón, sentir tus brazos rodeando mi cintura, y juntos mirar el azul infinito, perdernos en su inmensidad, hacer de nuestros cuerpos uno mismo… y volar, y soñar, imaginarnos cerca hasta alcanzar una estrella, nuestra estrella, para así seguir compartiendo tantos crepúsculos como nos lo permita la eternidad!
Vanya Gil’S.
20-Octubre-2009
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