Hoy quisiera escribirte las frases mas bellas
que adornaran silenciosamente tu rostro,
quisiera con mis palabras regalarte las estrellas
y unos versos envidiables que ante ti yo postro.

Escribirte entre saetas enlazadas
cual largo y liso es tu cabello,
que como gotas de roció hoy posadas,
convierten en una lumbre un destello.

Plasmar con mis pensamientos tus ojos
luceros divinos que de hechizo se vierten,
que llenan de angustia mi ser con sus antojos
de estar buscando esas criaturas que entre la selva se pierden.

Soñar en tus manos de rosa,
caer lentamente en tu delicado corpiño,
morir cual vagabundo que entre tus labios solloza,
vivir en tu vientre como en una madre su niño.

Beber del néctar que emanan tus labios dulces
del delicado perfume que tu cuello vierte,
y morir postrado como Jesús entre dos cruces
tomando del elixir con el que se embriaga la muerte.