Un campo perlado de estrellas
y un cielo hiperiluminado,
como una esfera perfecta
de azul y opaco vacío.

Un deseo inconcreto,
y estado alterado
carente de conciencia
capaz de hilar versos
entre cada vaso.

Un arrepentimiento
una herida reabierta,
un recuerdo anclado
una lágrima perpetua.

Un beso no dado
un deber cumplido
sin ningun motivo.

Una apatía patente
en la sintesis de la ironía
se conforman seres
anonimos caminantes
sin ninguna faceta.

Una risa menguada,
ingesta de alcohol incontrolada
como causa de felicidad
deja mucho que desear.

Una ausencia esperada,
no por ello menos sentida,
en noches de luna blanca
y redobles de batería.