A mi Padre.

Hoy te miré con atención
mientras bebíamos un café...
Y me dí cuenta
de que hacía tiempo que te miraba sin verte.
Me dí cuenta
de que estás viejo, mi viejo...
De que tu pelo se ha vuelto de plata
y tu boca se esconde más debajo de tu barba.

Siempre te encontré lindo,
cuando niña quería casarme contigo
¿te acuerdas?
y tu me llevabas bombones todos los viernes.

Ahora te miro y te veo
y eres aún más bello,
porque cada arruga,
cada cana, refleja tus errores,
tus aciertos y
tus penas.

Y en tus ojos ví
una vida de sabiduría
en tus ojos vi
cuánto te admiro.
Ví tus ojos vidriosos...
como los de mi abuelo, tu padre...
igualitos...
Y hasta te encontré la nariz más grande...

Padre mío,
quiero inflar tu pecho de orgullo
como tu llenas el mío,
quiero mirarte a los ojos
y encontrar siempre a aquel hombre
que siempre tiene una historia que contar,
siempre con tu guitarra
y escuchando los beatles...

Ese padre
que siempre
eres
que siempre
está
para mí

Te Amo Mucho.