El ardor en su pecho se hace presente, la sangre fluye con desmesurada actitud por el latente motor de vida, esta triste, ya casi explota, no tiene espacio suficiente para contener tan magno mensaje, inevitable, ya ha escapado, se traslada ahora, libremente por el cuerpo, cubre cada vena, cada arteria, penetra entre músculos, causa sensaciones, es incontrolable, se ha ido al conocimiento, lo ha clausurado, le ha puesto su nombre, no piensa más en nada, solo en todo, solo en ella… por fin un escape, entre dos labios agitados un te quiero angustiado… |