Quisiera vivir detras de tus ojos
para saber lo que estas pensando,
y así, adelantarme a tu guerra sin cuartel,
a tu despiadada masacre sin tregua
ni banderas blancas, ni trincheras y no ganarte la batalla, sino permanecer vivo mientras suceda.
El mundo estan pequeño cuando te olvido
que dejo de respirar por que las galaxias se me pegan en la cara como bolsa de plástico.
Anoche deje el acné y los caballos de palo y soñe contigo, vivías en una rosa y yo en un lirio y te mandaba poemas de amor con mariposas y grillos.
Estamos cayendo en un caos terrible, pues tiene orden de antiguedad y en la fila existen números, todos llevan marca de estar esperando y faltan solo unas horas para la eternidad.
Me queda poco tiempo.
Mientete diciendo que no hay oportunidad, y dime la verdad con la responsabilidad de un niño; dejame acompañarte por mis propios caminos. Soledad, inmensa cama donde despierto y aunque duerma lejos de ella, ebrio regreso y sobre de ella me vuelvo a levantar.
Hasta que momento, cuantos colibrís tienen que morir, cuantos amaneceres y atardeceres debo esperar sentado en la luna, a que decidas mirar las estrellas y subir y cuando estes arriba conmigo, apagarlas y censurar a los cometas; que no pasen.
Deberiamos inventar otro color más para la noche, ella sabe tanto de todo, el amor se da de noche como el sueño de las rosas, deberíamos escaparnos en ese nuevo color que no sabrá nada, si estamos haciendo mal, no lo sabremos ni nosotros.
Búscame en el silencio debajo de tu cama, el destino me puso como fantasma en un sitio desconocido donde no puedo verte. Se que estas dormida arriba y que arriba, donde duermes ya es otra galaxia.
Una caja de cartón, una hormiga, una pelusa tirada al viento, muñecos de peluche y tú.
Tengo un mundo completo, casa, carro, aviones, barcos, estatuas suaves y una estrella,
aqui en el rincón de tu cuarto.
El mundo estan pequeño cuando te olvido
que dejo de respirar por que las galaxias se me pegan en la cara. Estoy tratando que me mates sin martirizarme tanto. |