Esperaré, sé que Dios tiene para mi esa recompensa que merezco, se que un día tocara mi puerta aquel regalo que vive en mis sueños, que pinta un mundo azul, y esperare en silencio, con mi perfume rosado, sentada junto a margaritas, con mi vestido blanco, con los ojos cerrados, junto al azul oleaje, con la magia de las palabras, pediré una y otra vez para que los ángeles escuchen mi voz, y suenen las campanas de mi corazón.
Recordaré una y otra vez el brillo de tus ojos, tu frente amplia, tus manos calidas y fuertes, tu cuello suave, trazare en mi mente cada momento junto a ti, correré descalza por el sendero del amor, en nuestro camino hasta el amor eterno, nuestro refugio de amor, podré sentir el olor de tu cuerpo cerca del mío, podré acariciar tu pelo ondulado, podré sentir tu respiración en mi hombro, tus labios en mis dedos, la ternura de tu piel, el calor de tu alma, el amor que me entregas en cada beso, en cada mirada, en cada momento, encendiendo mis espacios, llenándome de fe, de amor, de paz, calzando perfectamente en mi mundo, y yo en el tuyo.
Eres mi irresistible tentación, mi humilde tesoro, mi vida simple y perfecta, junto a ti es redonda, calida, eres chocolate derretido entre mis labios.
Eres el sueño que permanece inconsciente en mi, y cada día espero a entregarme en tus brazos, abrazar tu alma, llenarnos de paz. Junto a ti mis mañanas son calmas, luminosas, amarillas.
Nada podrá hacerme olvidar, y seguiré esperando, por el día que mis sueños se hagan realidad, y descansar en el pasto verde del amor y respirar, el mismo aire que respiras.
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