Hoy vi el mundo con lágrimas en los ojos, literalmente podía ver a través de ellas. El panorama se distorsionaba un poco pero de pronto, al parpadear... ahí estaba de nuevo, intacto.
Hoy sigue lloviendo y sabes?, me gusta la lluvia, porque va de la mano de los recuerdos que se quedan para siempre, porque mis pasos se escuchan más fuerte, porque el pasto huele a húmedo y porque puedo escuchar el mar aunque este aquí caminando entre edificios de concreto. Me gusta la forma cómo una gota abraza a otra sobre el vidrio parduzco de la ventana del bus en el que voy.
Esta mañana presencié una despedida que me hizo recordar algunos momentos de mi vida; en una estación de tren. En una rama del árbol que está contra la ventana de mi habitación, hay una hoja en especial que hoy me conmovió; sobre ella se posaba una gota que se resistía con mucha fuerza a ser vencida por la gravedad y caer; luego, resignada a su suerte y presionada por el viento, la gota acariciaba con ternura por última vez a su hoja, a la que amaba, a la que pertenecía, de la cual formaba parte, de la cual no quería despedirse; pero por su parte la hoja parecía confabular para que su caída fuera más rápida… c'est la vie.
Finalmente y vencida por la gravedad, la tenue gota cayó y en el aire se veía espléndida… es el aire su hábitat ya que su origen es la lluvia. Todos los colores eran su traje pero, luego, sola y después de una larga vida, se unió al río en donde aparentemente su presencia es imperceptible pero… ahí está sólo reconocible ante unos ojos, los de ella misma.
Alguna vez soñé ser una gota de agua, para nacer en el aire, y terminar en el mar.
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