Estoy a un punto de hacer el amor con él, solo que ignoro cómo me las voy a arreglar si tengo tanta inseguridad con respecto a mi imagèn corporal. Había dejado de comer hace días pan, azúcar y bebidas para bajar unos kilos que tenía de más, así podìa lucir más delgada y presentable.

Nos habíamos prometido un encuentro después de tanto tiempo sin vernos, mi amigo actualmente vive en Mèxico y ahora vino a este paìs a visitar a su familia.

Me desabrocha la blusa, tengo mi estómago hundido, apenas respiro, descubre mi sostén y lo desabrocha. Al aire quedan mis voluptuosos pechos, comienza a acariciármelos y eso me gusta, pero sigo pensando ¿Qué va a pasar cuando avance al resto de mi cuerpo?

Admito que estoy más asustada que excitada. De a poco va bajando sus manos hasta que toca mi intimidad. Decidimos desnudarnos por completo, lo hago lentamente, él lo hace rápido sin vergüenza y descubro en su espalda, una gran quemadura y en sus piernas una cicatriz, me sorprendo y le digo - ¿Qué te ha pasado? - me responde - eso no importa, lo primordial es que estoy vivo, sano y que mi cuerpo y el tuyo se unirán si tu lo deseas-.

Desde hoy comprendo que las apariencias no importan, lo que vale es el sentimiento y la intención de amar o gozar abiertamente.