Y hoy como en todas mis noches, reniego por no tener las 24 horas de un mortal,
he de seducirte hoy mi frágil víctima que llevas puesto un vestido diáfano llamando por completo mi atención y en tan solo 12 horas, has de ser esta noche mi más codiciada carnada,porque en este momento mi sed de sangre es tanta que absorbería por completo una a una tus venas, pues cada una de estas descuella a tu piel haciéndote tan deseada como bella,déjame con tan solo un roce de mi aliento agitar tu pecho y estremecer tu cuerpo,
deja que mis manos sedientas vaguen por tu esbelta figura y permite a este famélico individuo hacerte suya en todos los sentidos,
¡sigue caminando ingenua!, deambula por la calle más oscura e impensablemente peligrosa, que al movimiento de tus caderas he de seguirte con astucia hasta apresarte y olfatear el perfume que desprende tu tembloroso cuerpo,
voy persiguiéndote camuflado en una sombra que crees tuya …
¡Alzo el vuelo! Mía al fin, mis incisivos agudos perforan luego de palparte el pálido cuello,
se siente el calor del sudor que baja por la nuca y transita tu espalda,
ya tus gritos no se escuchan, se hacen placenteros ante el dolor,
11:59 pm y empieza a amanecer,fluida tu sangre desfila por mi garganta y se hace esta noche el más exquisito licor,flaqueada desvaneces entre el goce y la agonía de morir, caes lentamente y el último aliento que te queda solo puede pronunciar que deseas nuevamente ser succionada a cambio de satisfacción, lo que sin duda me hace prometer, que pronto regresaré...
Dejaré que tan dulce bebida, sea la última en consumirse.
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