Aire tibio.
Descansa en mi desierto,
Corazón, mente, demente.

Sofoca suave mi insomnio,
Este calor de recuerdos.
Aquellas noches de amor y sexo.

Muere la medianoche,
El hotel va oscureciendo.
Ya, la paz…
Ni lastimados, ni muertos.

Algún hombre solitario en el bar.
Tomando nasogástricas sondas de blanco hielo.

Siderúrgico polvo.
Cardumen del tiempo.
Arrastra todo amor,
Roba este cuento.

Allá lejos está:
El frío invierno Montevideano…
De ese frío hombre que vive muriendo.