Yuly:
Puede que no sea lucha,
lo que mueve todas las mareas
en contra del día.
Quizá tampoco el sudor.
¡Quizá el amor!
Quizá, mi amor,
que te duermas no sea posible
sin una canción.

Ven, siéntate aquí,
muéstrame tu sueño.
Enciérrate los ojos.
Y desnuda el duelo.
Derrama todas tus pasiones en mi regazo
y ponte los cabellos
de tus hijos, de tus noches,
así,
como en mi nombre.

Recuéstate aquí
sin fríos en la frente.
Calienta tus pupilas
con mi piel desnuda.
Desgarra toda la locura en mis recuerdos
y ponte sobre el cuerpo
cada noche, cada beso,
así,
como en mi cuerpo.

¿Te acuerdas de ayer,
ese rompecabezas
que eran nuestros cuerpos
hechos agua y risas?
Ahora que ríes nuevamente ¡cierra los ojos!
y pon en el ocaso
tu mano sobre la mía
así,
como en mi vida.

A un sueño te vas,
dormido tu cabello.
Brillante tu mirada
sobre cada nube.
Ahogando cada desespero con tus pestañas
poniendo sobre el miedo
Este arrullo y este verso

Poniendo sobre el cuerpo
Este arrullo y este beso

Poniendo sobre el tiempo
Este arrullo y este sueño.