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Capitulo 12


Después del funeral de Yas, mi vida se convirtió en un caos, o un infierno o un poco de ambas. Estaba tan deprimida que me costaba levantarme cada mañana, pero debía seguir adelante. Tenía que estudiar, todavía no terminaba la gira, así es que había que moverse, viajar, ensayar, no pensar, trabajar, seguir viviendo y yo deseaba una pausa, pero no podía permitírmela... Además, los chicos decidieron seguir adelante con el tour porque para ellos fue la mejor manera de sobrellevar el dolor, poniendo toda su energía y amor en cada presentación.

- Yo voy a seguir- dijo Roger una noche de de trago y recuerdos- Y voy a seguir porque ella habría sido feliz viendo que sigo adelante, por ella debo seguir aunque mi cuerpo no quiera moverse más.

Sin embargo, para mí, todo era completamente opuesto, no tenía la misma fuerza de Roger. Me sentía vacía y con Nick completamente ocupado en cada detalle de las tocatas, sentí que no podía conversar con él. Ese fue mi gran error, pero no fue el único... Nick estaba tan ocupado que no se dio cuenta de que yo estaba en medio de un infierno.

Y pronto el dolor y la pena dieron paso a la rabia y las discusiones, se perdía el sentido de ser pareja, parecía que de pronto ya no nos entendíamos. Era como un muro que se interponía entre nosotros y cada día parecía engrosarse cada vez más, separándonos e hiriéndonos en el trayecto. De pronto éramos dos extraños.

- ¿Qué pasa contigo?- me dijo Nick una noche, durante el tour por Manchester- ¡Estás actuando como una loca!
- Contigo tan ocupado, Nicholas, por supuesto que no sabes nada...- siempre le decía Nicholas cuando estaba enojada con él.
- Tal vez si te dedicaras a hacer algo... En lugar de estar ahí todo el día como una enferma.
- ¡¡Ándate a la cresta!! No tengo por qué hacer nada. Es tú banda y tú problema.
- ¡¡Claaaro, es mi banda y tú andas insufrible porque no tienes una!!
- ¡¡¡Eso fue totalmente injusto, por la misma mierda, Bates!!! Me voy de acá- ya cuando le decía Bates era porque estaba lívida.

Casi llegué a conocer la ciudad completa de todas las veces que dejé el hotel a causa de esas discusiones. Incluso llegué a fumar más que Andy y eso es mucho decir y él lo sabe... Había bajado de peso, me había puesto despreocupada con mi apariencia y entre las fans y la frialdad que sentía de parte de Nick llegué a pensar que había conocido a alguien más. Ahora la rabia daría paso a los celos, algo que desde que recordaba jamás había sentido.

Las cosas no mejoraron a partir de ese punto. Mirando en retrospectiva, me doy cuenta que aún éramos niños a pesar de todo y la inmadurez nos había ganado la partida. No habría sido todo tan malo, si hubiésemos conversado sobre cómo me estaba sintiendo, pero no ocurrió nunca porque siempre tuve esa sensación de que a él no le importaba y él pensaba que sólo estaba siendo una niña. Eso sin contar el hecho de que pensaba que Nick estaba con alguien más, lo que me hacía cerrare aún más en mí misma y no hablar de esto con nadie. Ni siquiera John se enteró de toda esa sopa negra que tenía en el corazón en ese momento.

Cuando terminé uno de los tantos paseos por Manchester, decidí regresar al hotel. Tal vez era tiempo de contarle aunque fuera a mi primo todo lo que me pasaba y por qué estaba tan mal. Necesitaba vomitar toda esa ira, toda esa pena y no podía pensar en nadie más.

Sin embargo, el destino esa noche quiso otra cosa.

Cuando llegué de nuevo a la pieza, me di cuenta que no estaba. John me dejó una nota diciendo que habían ido a una fiesta, pero yo preferí quedarme y pronto me metí a la cama.

Al día siguiente, cuando pensé que las cosas podían ser mejores y que podría hablar con Nick, simplemente todo se vino abajo cuando lo vi durmiendo en el sofá de la habitación. Ahora ya ni siquiera quería dormir conmigo. Sentía que estábamos llegando a un punto de no retorno.

Eso fue para mí, el colmo.

Durante el desayuno, decidí hablar con John al respecto. Al menos seguiría con el plan inicial de contarle a él todo lo que sentía. Alguien tenía que saber.

- Nige- le dije tratando de no llorar y ser fuerte- Necesito hablar contigo.
- Sí, que pasa, Kitsu, no te ves bien hoy… bueno la verdad es que no te has visto nada bien este último mes.
- No lo estoy, probablemente sabes que con Nick hemos estado peleando mucho.
- Sí, me di cuenta y lo lamento mucho
- No es tu culpa, así es que no te preocupes. Es sólo que… Dios, me gustaría poder entender por qué tengo tanta rabia, John. Es como si estuviera encerrada en una habitación oscura y no pudiera dar con la puerta.
- Sé cómo te sientes, Kitsu, pero tienes que intentar no descargarte con Nick, o hablarlo con él. Dale a entender que no es contra él toda esa rabia.
- Lo intento, pero él no responde cada vez que quiero hablarle, por eso necesito tu ayuda
- Bien, te ayudaré... Pero, ¿qué puedo hacer por ti?
- Bueno, no mucho realmente, pero en estos momentos no me habla, así es que, por el bien de la gira, mejor me voy. Me vuelvo a Birmingham y necesito que le digas eso.
- No, por favor, no te vayas- dijo él- quédate por mí.
- Nige, me encantaría quedarme por ti, pero me temo que si me quedo las cosas sólo van a empeorar y a la larga eso puede afectar a la banda, ya te dije que no voy a ser Yoko Ono. Así es que prefiero volver a casa.
- ¿Quieres que hable con él?- dijo él con toda la esperanza de poder cambiar las cosas.
- Si quieres trata, necesito saber qué pasa por su mente- En ese momento no me di cuenta que el problema también era yo- Pero lo más importante dile que me voy.
- Ok, ¿quieres que te vaya a dejar a la estación al menos?
- No, no es necesario John, necesitas ensayar para hoy en la noche.
- Ok- me dijo dándome un beso en la mejilla- ten un buen viaje
- Gracias, Nigel, cuídate.

Antes de irme, pasé a ver a Nick a pesar de que le había pedido a John que le diera el recado, pero no iba a hacer lo mismo que Mary Joe, encararía yo misma el problema, al menos después estaría mi John para ver si podía arreglar las cosas. Al menos, así pensaba en esa época.

- Nick… ¿Podemos hablar?
- Puede ser más tarde- dijo él- Tengo que ensayar, se dice que habrá mucha prensa esta noche y debe salir todo bien
- Nick… Necesito- no completé mi frase porque Nick me miró fijamente con cara de que debía hacer silencio
- Después- dijo golpeadamente

Ya no había nada que hacer. No quería escucharme, no quería hablar, sólo me quedaba una cosa por hacer.

- Me voy- le dije secamente
- Qué te vaya bien- me respondió de la misma manera
- Suerte en la noche, yo tomaré el siguiente tren a Birmingham ahora.
- Gracias, chao- dijo, aunque no estoy segura si realmente escuchó.
- Chao

Me fui a la estación ocultando mis lágrimas tras un par de gruesos lentes oscuros. En ese momento, no podía entender por qué era así conmigo. ¿Qué nos había pasado?

Dos meses habían pasado desde el fin de la gira y las cosas con Nick iban de mal en peor, las discusiones eran casi diarias y mi mal ánimo iba en aumento. Ya no sabía cómo salir de ese hoyo en el que estaba, a veces sentía la necesidad de huir, pero seguía peleando, al fin y al cabo lo seguía queriendo y quería que resultara. Pero con cada día que pasaba me ponía más en la idea de que Nick había conocido a alguien más.

- No lo creo, Kitsu- me dijo John- Está conmigo casi todo el día, te aseguro que no tendría tiempo para eso, sólo música y más música. ¿Por qué no hablas con él?
- Lo he intentado, John, pero está cada vez más distante. Ya no sé qué hacer.
- Dile lo que sientes. Yo sé que todavía estás triste por lo de Yas, eso él lo va a entender...
- Y si no...
- Y si no, es un idiota... Aunque sea mi amigo

Sonreí

- Ok, habaré con él.

Pasé el resto del día en la pieza la música tocando el teclado, pensando en qué decir y en qué hacer. Yo quería salvar esta relación, necesitaba hacerlo, pero no sabía cómo, probablemente hasta hoy no sabría cómo. Eran tantos los sentimientos mezclados en mí y probablemente él no estaba mejor, que simplemente lidiar con eso era imposible. Niños…

Nick volvió en la noche después de una tocata en el Rum Runner y ahí estaba yo, todavía esperando.

- Nick- le dije- ¿Podemos hablar?
- Sí- dijo entrando a la pieza- Dime
- ¿Qué pasa con nosotros? Necesito saber...
- ¿Qué quieres decir?
- Estamos peleando demasiado, tenemos problemas todos los días, problemas que jamás habíamos tenido... Ya casi no hablamos tampoco, sin contar que a veces prefieres el sillón... – dije conteniendo las lágrimas
- Yo no sé, tú dime, eres tú la que se puso rara conmigo
- Yo no...- me controlé para no gritar- No soy sólo yo, Nick.
- Yo estoy bien- me dijo mirándome directo a los ojos
- Entonces, ¿por qué ya no hablas conmigo?
- Yo no he tenido mucho tiempo y tú tampoco, a veces llego tan tarde que prefiero el sillón para no despertarte, eso es todo
- ¿Me quieres aún?

No contestó de inmediato y para mí esa era respuesta suficiente... Era la clave de lo que estaba pasando, el amor se había enfriado ya. No importaba nada más, era simplemente el fin.

Me paré y me fui a la pieza. Ahora estaba todo tan claro, ya no había nada que hacer. Era tiempo de seguir adelante, sola. Era tiempo de dejar atrás Birmingham, dejar atrás a Nick y empezar de nuevo. Era tiempo de terminar la relación, por nuestro bien y para no seguir derramando más lágrimas.

Una semana después, John me vio preparando mis maletas y guardando el teclado. Era obvio que me iba por un largo tiempo, pero no había encontrado la manera de decirle eso a mi primo. Sentía un tremendo dolor al dejarlo, pero por el bien de Duran Duran, el bien mío y el bien de John, tenía que salir pronto de ahí.

- ¿Te vas?- dijo asombrado cuando me vio sacar hasta el último detalle de la pieza que compartí con Nick tanto tiempo.
- Sí, Nige- le dije- Me voy de vuelta a Londres, me quedaré con la tía Hayley hasta que entre a la universidad, ahí me paso al albergue de estudiantes.
- ¿Cuándo te vas?- dijo con voz de aceptar que no había vuelta atrás
- En una hora más- un poco avergonzada de no haberle contado antes.
- ¿Tenías planeado decirme?- dijo él con tono de reproche
- Sí, claro tonto. O sea, hemos vivido juntos durante cuánto, ¿tres años?, lo mínimo es decirte chao, ¿no? Toma- le dije entregándole una cajita- Mi regalo para ti de despedida. Gracias por todo y por estos maravillosos tres años en tu casa, creo que nunca más lo voy a pasar mejor- le di un abrazo apretado a mi primo, sabía que pasaría un tiempo antes de volvernos a ver.
- ¿Y qué le vas a decir a Nick?
- Ya sabe- le dije- Sabes que la relación se acabó ya, no hay vuelta atrás con eso... No te preocupes no afectará a la banda, él tiene claro que tú y yo no somos una unidad- le dije recordando esa conversación que tuvimos hace ya largos tres años.
- No me preocupa la banda, me preocupas tú- dijo él entristecido.
- Voy a estar bien, Nige. Sobreviviré. Toma- le dije pasándole un sobre- esto es para Nick. Ya me despedí de él, pero quería darle una explicación más larga, creo que es mejor por escrito... Ya no podemos hablar tres segundos sin pelear.

Me volvió a abrazar largo. Sabía que iba a extrañar mucho esa rutina que tenía con ellos, nuestras vidas juntos, pero era lo mejor partir…. Empezar de nuevo.

- Le pasaré tu carta- me dijo al oído.
- Gracias

Cuando iba cruzando la puerta, justo venía llegando Nick. Mi corazón dio un vuelco. No quería encontrarme con él al final. Menos con la relación terminada de la forma en que acabó.

- ¿Ya te vas?- dijo secamemte
- Sí- le dije tratando de no llorar- De vuelta a Londres
- Espero lo pases bien- dijo él sin una pizca de ironía
- Espero que Duran Duran llegue muy lejos y sean los mejores- le dije yo con la misma honestidad.
- Gracias- me dijo abrazándome como quien abraza a un buen amigo- Cuídate Kits
- Tú también, Nickie- sonreí por primera vez en meses.

Y eso fue todo. No hubo lágrimas ni corazones partidos en ese momento... Nunca estuve segura si leyó la carta que le dejé, pero algo me dice que sí, sobre todo cuando escuché por primera vez Someone Else Not Me. Simplemente supe que aún en su corazón guardaba con cariño esa época, tal como lo hacía yo.

Ya no recuerdo todo lo que escribí en esa carta, sé que fueron todos mis sentimientos, mis pensamientos y todo lo que una chica de 17 ó 18 años deja en un papel cuando tiene el corazón roto. Sin embargo, aún recuerdo la última línea como si se hubiera grabado en mí de una manera diferente a todo lo demás: "Espero encuentres la felicidad con alguien más y que siempre haya un lugar para mí en tu corazón".

Texto agregado el 14-10-2009, y leído por 236 visitantes. (1 voto)


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