EN LA COMPUTADORA

Iba un poco asustado...

Cuando decidió entrar a ese aparato extraño para él, Aldo no sabía que allí en ese montón de cables, circuitos, discos, microchips, programas, ratones, pantallas... encontraría tantos peligros y emociones juntos.

Nunca en su corta vida, Aldo había estado frente a un aparato de esta magnitud... ¡Una computadora!

- ¿Qué es esto? – se preguntó; no encontró la respuesta, tendría que investigar.

Recorrió el teclado en todas las direcciones, subió y bajó, pero nada, no encontró nada interesante, lo mismo sucedió con el monitor y la impresora. ¡Nada!
Buscó por donde entrar; no le costo mucho trabajo lograr su propósito.

Ya adentro, se quedó inmóvil y asombrado de todo lo que estaba ante sus ojos. De inmediato regresó por donde había ingresado. Al salir tropezó con algo que parecía una cola, siguió caminando hasta que encontró el cuerpo.

- Lo que había pensado – Allí frente a sus ojos, gris y retador, un ratón.

Los dos se espantaron con lo que tenían enfrente, el primero en reaccionar fue Aldo que se atrevió a preguntar:

- ¿Y tú quién eres? –
- Yo soy un ratón, pero me puedes decir “Mouse”- así me dicen mis amigos.
- ¿Y tú?
- Yo soy un caracol y me llamo Aldo.
- ¿Qué hacías adentro de la computadora?
- No sé, me pareció interesante y entre a investigar.
- ¡Cuidado! Respondió el ratón, si vuelves a entrar te puedes electrocutar. Mejor desde aquí yo te enseño como entrar sin peligro y los dos nos vamos a divertir mucho.

A Aldo no le pareció muy buena idea pero aceptó. Por algo tenía que empezar. El ratón inicio sus explicaciones: las computadoras se inventaron hace muchos años.

Por ejemplo, hay computadoras que no saben a nada. Se les conoce con aspirar un poco de su aire, viejo y cansado, cansado como todo lo viejo... deberían estar en un museo.

Pero hay otras, como esta que tienes enfrente, que son las más avanzadas. Aunque hablando de computadoras, la que ahora es más moderna, mañana puede ser antigua. Todos los días hay algo nuevo en computación.

- Yo seré tu guía Aldo, y te llevare por un mundo maravilloso a través de este singular invento. Por lo pronto te diré que todo lo tangible, es decir lo que puedes ver y tocar se le llama “Hardware”; al conjunto de programas se le llama “Software”.

El Hardware no es muy interesante, pero sí y mucho, lo que se puede hacer con él. En cambio el Software tiene un número infinito de posibles usos.

Aldo estaba absorto, no podía creer tal maravilla, y ¡lo que faltaba!

Le preguntó al ratón:
- ¿Bueno, pero como puedo entrar a todo eso que me dices?
- Primero tenemos que encender la computadora y después podrás participar en un juego virtual.
- ¿Virtual? ¿Y qué es eso?
- Bueno, esto quiere decir que tiene la posibilidad de ser, pero no en la realidad; esto es, tú entras a un juego aunque en realidad no lo estés.

Aldo se quedó pensando por un momento en lo que había escuchado y de pronto... ¡Estaba dentro! Avanza a gran velocidad. Parece que se estrellará en ese muro que se le viene encima. ¿Derecha o izquierda?

Opta por la derecha e imprime mayor velocidad. Siente por momentos que su caparazón quedara embarrado en el trayecto. De repente, al girar hacia su izquierda un comando de guerreros que le disparan.
Los proyectiles pasan rozando, otros golpean en su coraza ¡Uff! ¡Que cerca! Instintivamente voltea. A su derecha, el “Mouse”.

¡Está salvado!

Nunca se movió de su lugar, nunca entro a la computadora. Había conocido la realidad virtual.

Sudó como nunca y eso que solamente conoció el principio. Ya no quiso seguir, prefirió descansar y continuar otro día.
Lo mejor de todo fue conocer a un nuevo amigo que lo podría ayudar en el futuro.