EDAD MARAVILLOSA

Cuando tenía diez años (es cierto... hace mucho), vivía en Guadalajara, fue una época, como la de muchos niños a esa edad, maravillosa. Para mi fortuna aún disfrutaba de los cuidados y amor de mis padres.

Fue mi madre la que me mostró por vez primera lo que era un caracol.

- Así como tú Aldo

Ella también me enseñó a respetar y a amar a los seres mas pequeños y desprotegidos de la naturaleza.

Algunos años antes, no muchos, había tenido un contacto visual con estas pequeñas criaturas, pero nunca tuve el valor de tener entre mis manos a un ser tan indefenso. No me arrepiento de esa maravillosa experiencia, fue única y me enseñó a quererlos y respetarlos.

- ¿Ahora me entiendes Aldo?, ésta es una de las muchas razones, que me han acercado a ti.

- Algún día tú me darás los motivos que tienes para quererme ¿Lo prometes?