El Cuerpo como campo de batalla
Lucha entre Dionisio y Apolo, entre la tierra y el mundo, entre el destello de luz y el contraerse en la oscuridad, Visnú y Shiva. El combate donde siempre Apolo intenta apolonizar a Dionisio y Dionisio dionisar a Apolo, esa lucha donde el Mundo, por su esencia iluminadora, intenta iluminar la Tierra, y la Tierra por ser siempre el cerramiento sobre si misma, la ocultación, intenta cerrar al Mundo, donde Visnú conserva, Shiva destruye y fecunda; ese combate es el acontecer de la Verdad, el acontecer artístico, y en el sentido vital, este combate se da en un campo de batalla determinado, en una arena de lucha, este sitio es el Cuerpo.
El Cuerpo es el que siente la individuación y la seguridad apolínea, siente el placer esquizoide del salirse de si dionisiaco; pero una ética estética somática debe mantener el equilibrio meta estable de esta lucha, sino, el cuerpo se destruye en el sentido más literal de todos, muere.
La aproximación a que uno u otro combatiente encuentre un equilibrio, cierra el combate y empieza el consumo del cuerpo, su muerte. La paz apolínea, que sume al Cuerpo en el aburrimiento de la alienación, y la enfermiza búsqueda de placeres efímeros que siempre se intentan reprimir; el enloquecimiento dionisiaco que aniquila la identidad llegando a la psicosis; el Cuerpo debe estar preparado para que ninguno de estos casos se dé. El cuerpo no es causa de los efectos del combate, sino que limita al combate, le da forma y sentido, lo reconcentra y lo mantiene en el reposo del movimiento total, el devenir sabio.
No eudaimonismo, eso sigue siendo racionalidad apolínea, pero igualmente tiene un sentido similar, al igual que el epicureismo. Ésta ética estética somática es en esencia extremista, tanto mas extremos se ponen los combatientes, más se extrema la lucha, y el cuerpo más fuerte debe ser, el Espíritu debe ser más fuerte (el cual es inmanente al cuerpo, ya que es lo metafísico de él, siendo él mismo).
Por ello, ni una vida de deber y mojigatez, de represión y racionalidad; ni tampoco una vida desenfrenada y destructora, de violencia y fundamentalismo; estos SÍ son efectos de un cuerpo mal tratado, el cuerpo, en ultima instancia, le da forma a la existencia. Todo lo que se pueda filosofar, siempre es sobre él.
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