La madre de María la abandonó recién nacida y la abuela le inventó una historia fantástica sobre el acontecimiento, digna de cualquier película gringa, con efectos especiales incluidos.

Que en un viaje de peregrinación que habían hecho, el espíritu del Santo había poseído a su casta hija y María era el fruto de esa fé ciega. Lo que en verdad sucedió fue que con mucho esfuerzo habían viajado con la congregación de la iglesia a pagar una manda a un Santo de una provincia del interior, del cual decían que era muy milagroso. Como el viaje fue de un par de días, la madre de María conoció a unos muchachos que también se encontraban en las mismas. obligados por los padres. En la primera oportunidad que tuvieron se fugaron para conocer el pueblo sin supervisión y así fue como la madre de María no solo conoció el pueblo y sus alrededores, si no que también el placer del sexo, quedando embarazada sin saber cual de los dos acompañantes era el padre de su hija.

Al dar a luz a la niña, no soportó la maternidad, el llanto, los pañales, amamantar fue demasiado para ella y una noche que la abuela dormía profundamente salió de su casa y se fue con el primer camionero que pasó.

Claro la abuela decía que su hija, al verse tocada por el santo, se fue a vivir en un claustro donde rezaba todo el día...