María, que podríamos decir de ella, que es una buena niña, estudiosa, respetuosa de sus mayores, un tesoro de persona, virtuosa, muy creyente y religiosa. Eso diría su abuela, una anciana beata que se ha encargado de criar sola a esta única nieta que ella bautizó como María, claro en honor a la virgen, ya que pretendía que su nieta fuera pura, casta que estaba destinada a los caminos santos de la religión. Lo más probable según ella que fuera monja, pero no cualquiera, si no una que hiciera cosas extraordinarias, tal vez curar enfermos con sus manos, detener una plaga con sus oraciones. Ella pensaba, más bien soñaba que estaba viendo crecer a una futura santa.
Claro eso pensaba la abuela, porque las ideas de María eran muy diferentes...
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