A la Virgen
(10 de Noviembre de 1967)


Mario Andrés Campa Landeros


La más pura y celestial criatura
Nació de aquel vaivén
De amor y de lujuria.
¿Cuándo nació?
¿Dónde?
¿En una cama?
¡Tal vez nació en el suelo¡
Nunca lo supe.
Jamás la quise.
Me la impusieron a la Guadalupe.
Y una cosa impuesta por la fuerza;
En la Conquista de mi América,
No la quiero.
La adoré,
No lo niego,
Pero al ver que sus ojos no miraban
Que su boca no se abría;
Como se abre la tumba
Cuando caen los muertos.
Lloré
Lloré de ver que no veía,
No hablaba
No oía.
Pero,¡tenía oídos¡
Boca,
Ojos.
¡No comprendo!
Sería que la inocencia de mi infancia
Me hacía ver
Demonios
Vírgenes
Dioses
Que moran en el cielo- según dicen-
Allá... muy lejos
Tan lejos que mis ojos no los miran.
Hay que cambiar la historia de Indoamérica.
Quemar la leña que de España nos trajeron.
Tirar altares para edificar escuelas.
Y retornar a su casa
A aquélla virgen…
Que ha de estar triste,
Por estar lejos de España.