Rastreadores



La aventura de un rastreador
Que sigue un nuevo espécimen,
Empieza cuando un día, habiendo
Dejado de creer en los buscadores,
Que persiguen por codicia, y pagan mal.

Los buscadores que ya solo llaman
Al rastreador, porque saben de su
Necesidad y porque les hace más
Cómodo el seguimiento de algo
A lo que todavía temen inútilmente.

Por mostrar una presuntuosa apariencia,
O, lo que es peor, persiguen porque
Hacerlo se ha convertido en un
Acto carente de riesgos y
Repleto de admiradores ignorantes.

Todo ello concluye en que una esfera
Repleta de rastreadores sin medios,
Pero con sus mejores artes,
Se vendan al grupo de buscadores
Que, conscientes de su miseria,
Pretendan aparentar ser capaces.


Aguadulce, octubre de 2009
José María de Benito