De tanto cultivar
el poeta lleva llagas
en sus manos y en el corazón.
No se apresura pues
aún no es tiempo de cosecha.
Llegará cuando los frutos se vislumbren,
cuando sus llagas desaparezcan
y su corazón se yerga enhiesto.
Habrán entonces sentimientos
que deparen alegrías.
Mientras tanto, llagas y dificultades
serán su compañía.
Él...arde en un fuego sagrado.
Texto agregado el 10-10-2009, y leído por 238
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