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Hombre de Negocios.

El teléfono no dejaba de sonar. Había sido un día estupendo para negociaciones; muchos proveedores lo habían llamado ofreciendo su producto y tenía sobre su escritorio muchas propuestas y veía que, de un precio inicial de veinte mil dólares, ya tenía ofertas mucho más bajas.
Jorge estaba a cargo de las compras, todo lo que fuera negociar , era su especialidad. Estaba muy bien catalogado dentro de la empresa por conseguir muy buenos descuentos y ahorrarle tanto a la compañía.
Él también se hacía valorar, por lo que por cada gestión exitosa, recibía una suculenta bonificación. Pidió un despacho independiente, con puerta para poder hablar de cifras tranquilo; en la ventana que daba justo frente al resto del personal, solicitó fueran puestas persianas, para cerrarlas y tener mayor privacidad con los proveedores. Quiso el papeleo y trámites tediosos fueran organizados por un asistente, algún empleado de la sección administrativa. Escogió a Julián. Lo veía trabajar en silencio, no perdía el tiempo como los otros, era muy puntual y si había que trabajar hasta más tarde, lo hacía y ya, sin queja ni rezongo. Y lo que más le gustaba a Jorge, era que el hombrecito se veía insignificante. Algo muy bueno para su ego. Cuando le daba órdenes, hablaba sin mirarlo y cuando se le acercaba, el administrativo le hablaba bajito, como excusándose por interrumpir.
Hizo poner un escritorio fuera de su despacho, justo al lado de su puerta para tener a su empleado personal, siempre dispuesto a servirle.
¡Estaba a punto de cerrar un negocio grandioso! Aceptó la oferta de Two Stars & Company, por ocho mil dólares. Sus jefes estaban más que felices. Esperaba que de un momento a otro llegara su proveedora favorita (por lo linda, inteligente y tan corrupta como él).
Ella como siempre, hacía su aparición emanando sensualidad. En parte era su secreto para los negocios, generalmente los hombres se desconcentraban y acababan firmando lo que ella quisiera.
Ya habían conversado con Jorge y el acuerdo era que para la empresa, la compra les costaría ocho mil dólares; para la compañía que representaba la muchacha, habrían vendido el producto en seis mil dólares. La boleta de compra la emitirían por seis mil dólares(so pretexto de evasión de impuestos) y así ambos tendrían una ganancia de mil dólares cada uno. Cantidad que se repartirían después de la hora de trabajo.
Al término de la transacción, el encargado de compras llamó a su asistente para pedirle dos tazas de café. Era ya rutina todos los días, antes de irse a casa, ya sea por molestarlo o para que los demás supieran de su poder, pedirle a veces capuccino, otras americano, eso dependía de su estado de ánimo. El pobre Julián daba gracias al cielo porque era viernes.
Feliz y orgulloso por tan buena compra, salió de su despacho. Fue al estacionamiento a recoger su auto y se dirigió al centro comercial ubicado no muy lejos de ahí. Cuando llegó, estaba ella esperándolo en su elegante coche de color rojo.
Como tenían acordado antes, se fueron juntos en un sólo vehículo, con dirección a un hotel. Fue el precio que él le había cobrado por preferir su propuesta por sobre las otras (hubo otra propuesta por seis mil, pero el proveedor no se pronunció por algún dinerito extra para su persona, claro que ella, de eso no supo).
Sabía que si su esposa se enteraba de la infidelidad, le costaría muy caro. Ya otras veces tuvo que pagarle, no era la primera y seguramente, tampoco era la última. Tenía sus dineros mal avenidos en una cuenta en Suiza, pero la bruja de su esposa ya se había enterado. Lo amenazó con denunciarlo en el trabajo si no accedía a sus peticiones, así que ni pensar podía, en la alternativa de separarse….. En la intimidad de la habitación, recibiría su pago, en dinero y en sexo.
No supo qué pasó…., ni cómo llegó ahí……, ni en donde estaba….
Sus manos, atadas con cinta engomada al igual que sus pies. Nada podía ver, pues, también taparon sus ojos. Recostado donde suponía, era una cama. No entendía qué hacía en ese estado lastimoso. Sólo escuchaba a lo lejos, puertas que se abrían y cerraban.
Con el mismo celular de Jorge, para hacer más creíble la amenaza, hacen una llamada al gerente general de la compañía:
¡Tengo a tu comprador estrella! Si quieren seguir haciendo buenos negocios, me van a mandar doscientos mil dólares en una hora más. Colgó.
Luego, hacen otra llamada.
¡Tengo a tu marido! Si quieres verlo con vida, me debes traer de su cuenta en Suiza, doscientos mil dólares. En dos horas más te llamo. Sin dinero, no hay esposo…. Vivo.
Era una voz fuerte, amenazante, gritaba, había agresividad. Provocaba mucho miedo esa voz…… Qué bueno era ser él, no fingir sumisión ni lealtad. Julián cortó.
Sara, la esposa de Jorge, quedó sorprendida de la llamada tan amenazante. ¿Será verdad? ¿Cómo sabían de la cuenta en Suiza? Llamó a su esposo al trabajo pero le dijeron que ya se había marchado. Llamó a su celular, desconectado.
Estaban locos si pensaban que ella les entregaría semejante cantidad; en cierta forma, ese dinero también le pertenecía; se lo había ganado año tras año, soportando sus infidelidades y sus aires de grandeza. Descolgó el teléfono…. Fue rápidamente a su cuarto y puso unas pocas ropas en la maleta, menos mal que sabía cómo retirar el dinero de la cuenta de su esposo. Mejor salía rápido de ahí, cuando no entregara el dinero, seguro la buscarían.

Texto agregado el 10-10-2009, y leído por 413 visitantes. (4 votos)


Lectores Opinan
12-10-2009 Es tu mejor cuento. Tu progresión es asombrosa, me has dejado sorprendido con la cantidad de personajes, de momentos, de pensamientos, de descripciones sicológicas. El lector se hace una visión en la mente y todo se entiende, se asume, de manera perfecta. Un abrazo, realmente grandioso este texto kimaten
10-10-2009 Recibió como pago lo que merecía, Julián no lo iba a ayudar y su esposa menos. buen relato. Un beso y mis estrellas. Magda gmmagdalena
10-10-2009 buen relato.. el final deberia ser mas emosionante.. quizas ella deberia pedir un elicoptero a la terraza de su edificio y escapar a suiza a gastarse todo el dineroo... bien hechoo.. adormecida
10-10-2009 Buen relato. Queda un poco en suspenso el final, pero me gustó. susana-del-rosal
10-10-2009 5* ! _Murov
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