Estoy como volando,
me encuentro sobre una mesa sin patas,
sobre una mesa coja.
en mi imaginación absurda de ponerle extensiones maderezcas en sus extremos inferiores,
casi en las esquinas.
Estoy como volando, me encuentro sin base sustentable para llorar, no me encuentro el hombro, no me veo en el espejo mañanero que me observa mientras los zorzales graznan tras los cortes horizontales de las ventanas que ya no transparentan nada.

Estoy como volando, como ideando un mundo paralelo, como buscando una familia que me acoja, como queriendo deshacer lo caminado, como queriendo filtrar lo amado de lo odiado sin dañar al odiado, sin amar al amado.

Estoy como volando, como si una marejada violenta, invisible y seca hubiese arrancado de cuajo mis tejas.