Es el destinatario de la más falsa de mis autenticidades,
me sabe embustera, aún así le gusta escucharme con tanta atención
que mis mentiras se vuelven incuestionables.
Es tarde para mostrarme innegable sin que ya no vuelva,
por ello me reescribo.
Cada noche lo espero con verdades inciertas, hojas en blanco y café.
Me acompaña con cigarros, música muda y tinta.
Nos despedimos con un abrazo, un beso y un bote de basura.
Texto agregado el 09-10-2009, y leído por 159
visitantes. (5 votos)
Lectores Opinan
30-10-2009
tu señor es un embustero tambien, a quien se le ocurre poner muda la música? lucasdelmal
09-10-2009
1* -Murov
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