Olvida las palabras,
olvida las miradas,
los llantos,
las sonrisas esbozadas
alrededor de tu rostro
apesadumbrado,
olvida las caricias,
olvida el rencor...
... Olvida que mi pie
pisó esa casa, que mis ojos
lloraron por el daño que
ustedes me inflingieron,
olvida que me duele aún el
alma, y
empieza de nuevo a
recordar los viejos
cuentos de hadas.
Texto agregado el 08-10-2009, y leído por 96
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Lectores Opinan
08-10-2009
¡¡Doloroso!!
Lo escribiste con una pena grande.******** tequendama