Era, sin embargo, un sueño y el despertar abruma con su luz tornasol que ante mi no produce mas que ceguera. La vida y su causa-efecto atraviesan un puñal donde el final es casi igual al principio, hay sangre por todos lados y, ante mi, una multitud que solloza mientras yo sonrío en medio de la hostilidad que sin lástima me proponen, ¿Es acaso locura reír?, hasta el mas sensato cerebro lo hace para humillar a los de corazón fuerte, pero todo el mundo se aterroriza a ver que río mientras muero. No, no es una mascara, es otra forma de mirarte, es como cuando alguien que actúa frente a ti te desviste mientras tu crees seguir con ese abrigo de zorrillo que te valió el mercado y por eso no tienes nada para comer, me río porque imagino al zorrillo con un chaleco hecho de tu piel, pero un zorrillo, al parecer percibe la diferencia entre sobrevivir y ser mirado por quien sin embargo busca una estrategia para que no seas motivo de su vergüenza y te quita ese abrigo que sin duda tu seguirás portando cada vez que te quieras sentir importante.
No te necesito mas, ya te prestaste para mis sueños, y considerándome una loca enamorada de la vida, de la vida no distingo entre mi fantasía y su realidad. No puedo ser Dios, pero si puedo pintar vida al que no la tiene y tu bien eliges si tu vida curtida de tanta limpieza merece ser flexible a partir de pinceladas que la ensucien , partir de mis huellas sobre tu piel, a partir de brindarte un poco de lo que ahora lees, de lo que ahora respiras.
¿Reglas? Las reglas solo sirven para restringir lo que de alguna manera tendrá un límite, jamás puedes ser lo que quieras, por eso compañero, te invito a escribir, a pintar o a morir mientras ríes porque ya está establecido que alguien llore cuando mueres, ahora solo queda reír, de las reglas, del consumo, de tus padres, de la muerte… de la vida y de toda su miseria, del amor y del colmo de su búsqueda cuyo resultado es inexistencia, de tus primos, de los santos, ahora solo queda bailar un canto gregoriano y vestirse de nada cuando vas al cine, y ser un poco mas transparente para que nadie note tu presencia y a la vez ese nadie se escandalice de tu poca opacidad. Dejar unas cuantas muelas siempre es mas convincente que dejar huellas. Ríete de la vida hasta que te deje mueco.