El concepto de estética de los cuerpos se sintetiza en no poder dejar de observarlo en las mañanas, allí donde su inerte cuerpo frente al mío, respira con la tranquilidad que solo en ese instante lo acompaña, su congelado estado, el quieto firmamento, la neblina contorneando su figura allí derramada, y su respiración gota a gota de oxígeno fermentado, me reviven el instinto de loca asesina. El saber que puede despertar me abruma, quisiera una fotografía humanizada que lo mantenga allí, amándome entre los sueños y su par de almohadas, buscando un pedazo de mi en las cobijas. Yo lo llamaría extraño, en su closet guarda cada uno de los trajes que de el no conozco y conmigo siempre viste igual, con los demás un poco mas elegante y refinado, y con los otros demás (demasiados) con un poco mas de informalidad libertina y terrenal objetividad, con esa prenda; ese asqueroso pecado de codicia que considera locura no le sale con su gorra.
Allí en el vientre de los sueños el mueve sus ojos al ritmo de las fases de ensueños, al ritmo de mis pasos que se alejan de su sueño para hacerlo despertar, y despierta, ese lapso entre mitología y realidad, esos dos minutos que permanece entre aquellos portales, me transforma en una hoja escrita que se pierde en el viento, vuelo a ser indefensa y la loca asesina se suicida cuando sus parpados dan el paso para decir “fue suficiente”. Es el, hermosos ojos, gotas de dulce gaseoso, el, dos orificios que inhalan toda mi esencia, dientes que muerden mi piel aún fresca, es el un carnívoro, un niño que desea ser vegetariano hasta que me ve de frente.
Sumergido en vicios sofocantes, con su mentirosa presencia y su verdadera ausencia, me da un toque de realeza, me invita a ser devorada, ¿que mas da?, una apuesta al homicidio, para sentir amor mientras me mata.
Cuando los dientes se clavan allí, en la presa que nunca cesa, el muerde mi pasado, se extingue la vida recorrida y lo único eterno y favorable a vivir es ese instante .El instante en el cual el despierta me hace trasformar la idea de tener que guardarlo en un frasco mientras está dormido. Es un joven pensativo, y aunque esté ligado a su mente, desconozco sus palabras mentales, sus intenciones secretas, su maligna locura dispuesta a buscar más mujeres. Su traje dice lo suficiente para mi, pero no expresa la totalidad de el. El es ese enmascarado, un tanto mas ardiente que los de la televisión, y con la cabeza menos corrupta pero mas malvada, el es el arlequín de mis anti- comedias, el es todo y a la vez es nada que tenga una garantía, el es el hombre que amo a medio día, por el que siento inmensas ganas de matar, por el que siento pánico y por el que siento que la vida se extingue a medida que sus dientes destrozan mi desgastado cuerpo, mis entrañas cubiertas de mariposas, mi reinado en el mundo de la vanidad, mi estatus de producto consumible en el mercado, mi hermoso cuerpo ,aunque advierta a las demás bestias que esta víctima suya no es un trofeo porque le falta un toque de belleza, porque su molde se agrandó en el camino. Mi ego, mis ráfagas de ira, pasado y mas ira. Mi exterior cubierto de interior. Mi ganas de ser un hada madrina. |