Cae la tarde, el día ha sido pesado, nada ha salido bien, solo pienso en llegar a casa a descansar, entro a mi edificio y tomo el elevador, entro y te veo, mi vecina, tienes poco de haber llegado al edificio, tan callada, tan hermosa, tan sensual, eres la visión de un ángel, te saludo cordialmente y tu simplemente corresponde…

El elevador sube, no nos dirigimos palabra alguna, solo miradas discretas y coquetas, de pronto se oye un fuerte estruendo y el elevador se detiene, la luz se apaga, estamos a media luz, nos quedamos mirando fijamente, no podemos apartar las miradas, diriges tu mano a mi miembro, estoy atónito ante tal acción, pero excitado, empiezas a sobarlo por encima del pantalón, tu mirada se fija en él y veo en tus ojos la excitación , no hago mas que corresponder y mis manos se dirigen a tu blusa, recorro tus hermosos pechos, empiezo a desabrochar tu blusa, la cuál muestra un brasier negro de encaje muy bello cubriendo tan espectaculares senos, desabotonas mi pantalón, lo bajas y sacas mi miembro, empiezas a masturbarme, el placer hace que me apure a despojarte de tu blusa y bra, empiezo a juguetear con tus pechos, poner tus pezones erectos, y chuparlos, morderlos, mientras mi mano busca tus piernas, subo hasta estar debajo de tu falda y empiezo a jugar con tu parte más íntima y te penetro con ellos siento nuestros cuerpos cada vez más calientes, seguimos con este erótico jugueteo hasta que de pronto dejas de acariciar mi miembro, te inclinas y empiezas a chuparlo, a lamerlo, a succionarlo, lo haces de una manera espectacular, yo recorro tu espalda y tu hermoso trasero con mis dedos mientras haces esto ,la sensación es indescriptible, pero quiero estar dentro de ti te levanto y te pongo de frente a la pared, te despojo de tu ropa interior, abro tus piernas, las recorro con mi miembro y subo hasta llegar a tu hermoso trasero, de igual manera lo recorro, te encanta esa sensación y al fin me pides que te penetre, lo cuál hago lentamente, siento tu cuerpo apretar mientras lo hago, empezamos la danza erótica, nuestros cuerpos están muy calientes, las pupilas dilatadas, tu estás muy mojada, yo muy duro, las embestidas son muy pasionales, trato de recorrer cada rincón de tu ser, esto te fascina, mis manos juegan con tus pechos y tu clítoris alternadamente, nuestros gemidos suben de tono, me pides que no pare que siga embistiéndote así de duro, salgo de ti, te volteo, te tomo de tu hermoso trasero, te levanto y te aprisiono contra la pared, sigo embistiéndote con gran pasión, acariciando tu hermoso trasero, mientras tu haces lo propio con el mí, el cuál nalgueas de vez en cuando, estás al tope de excitación me dices que estás a punto de explotar, que siga haciéndotelo muy duro, y hago caso a tus súplicas hasta que explotas con un delicioso gemido, inmediatamente salgo de ti, también estoy a punto de explotar, te bajo y empiezo a tocarme hasta llegar al éxtasis y explotar en tus hermosos senos…

La tranquilidad vuelve al elevador, volvemos a vestirnos, y charlamos un rato hasta que el elevador vuelve a funcionar y cada quién se dirige a su destino…

Al final el día no fue tan malo, pudimos romper el hielo…