Epóstume gargicienta
de ensoñadas
martelugias y
parabras de
lijuria y ensensatez,
de bravas salucidades
y besos en la
muralla
incontenible
de un odio metalúrgico,
y la mirada mi amor,
la mirada de tu cuerpo
que me diluye los pechos
y hace en mi,
de sus días,
un microondas de
caleidoscópicas palabras.
Texto agregado el 07-10-2009, y leído por 129
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