(No es nada nuevo, es algo escrito hace ya mucho tiempo, que de repente me apeteció traer aquí)
Aug 28 2003, 02:25 AM y 06:40 PM
Como casi siempre hemos quedado en el último momento, pese a que pretendo enfadarme quizás es lo mejor estos encuentros... el tiempo justo... sobrado pero justo, abro la ducha y el agua me hace tener presagios placenteros, no tengo prisa, desaparece el tiempo... me seco con mimo... con cuidado... como jamás me seco, y me miro en el espejo lentamente... aunque no me veo. Me pongo crema... y me deleito realmente con ello, lentamente, sin prisas... como quien prepara cuidadosamente...
Ya salgo de casa... no pudo evitar sonreír mientras me acerco... hemos quedado “donde siempre”, también me gusta esta parte de esta rutina que en absoluto lo es, creo que esa falsa impresión de que algo en nuestras citas es rutina siempre me ha hecho gracia, es como decir que hay rutina en un viaje a la aventura porque conste de preparación, pistoletazo de salida y desarrollo... ja ja ja ja ja , así lo veo a veces ya ves...
Y tiene mérito que siga encontrándolo igual de arriesgado, intrigante, interesante, misterioso y apetecible, esa seguridad de que por más que se repitieran movimientos en el tablero jamás serían ni remotamente parecidos a ninguna otra vez, esa difícil armonía conseguida.. esa mezcla de confianza y vértigo que siempre me asalta... siempre... una y otra vez.
Sé que en cuanto vuelva la esquina te veré, y aún después de tanto tiempo no puedo evitar ese mórbido cosquilleo que ya no pretendo ocultar ni evitar.. más bien todo lo contrario, creo que cada vez me gusta más detenerme en él.
Inconfundible tu silueta... aún no me has visto, me gusta.. muchísimo, es una sensación especial cuando se da este hecho y puedo disfrutar de esos segundos donde aún no se han cruzado nuestras miradas, incluso creo que sopeso cuidadosamente cada matiz, cada detalle, como si estuviera haciendo la valoración de una valiosa obra de arte.
Ya me has visto, termino de acercarme, solo una mirada para cualquiera simple, inescrutable, y sin embargo podría decir que en ese momento se han desatado los cielos y los mares.
Un beso fugaz en la mejilla es nuestro saludo, una sonrisa... y me pregunto como es posible que el mundo entero no se de cuenta de la inmensa explosión química que esconden esos dos rostros aparentemente serenos y amables, esa explosión que se produce cuando de repente te huelo, y me hueles, y ese reconocimiento confirma todos los presagios... |