Capitulo 7
1979 fue un año ocupadísimo para los Duran Duran. No sólo porque las tocatas eran cada vez más seguidas y más grandes, sino además porque se habían puesto a grabar un demo.
- Tenemos que vender nuestro concepto y la mejor manera de hacerlo es a través de un demo- me dijo una vez Nick después de una presentación
Estábamos en las mismas con Lady Fox. Un poco atrás eso sí, porque Yasmin y Gela estaban aún componiendo más temas y eso siempre se ha caracterizado por ser un proceso largo.
- Trata un La en lugar de Si Bemol- le dije a Yasmin
- Sí, definitivamente es mejor- dijo ella sonriendo- gracias.
- No es nada, Yas, todas estamos en esto para aportar- le dije mientras creaba unas secuencias nuevas en mi teclado- Gel?
- No te preocupes, Kitsu, las letras están casi listas por si quieres leerlas
- Obvio que no, sabes que confío en ti, pero sí muéstraselas a Yas
- Qué les parece este ritmo- dijo Gisella mientras comenzaba unos redobles con la batería
- Un poco más lento- le dijo Gela mientras Gisella bajaba el ritmo de las melodías
- ¿Ahí?- dijo ella bajando el ritmo a algo similar a una balada
- Perfecto, va a ir muy bien con Dark Waters
- ¡Qué oscuro!- exclamé sorprendida
- Nah, es sobre el Támesis de noche- dijo Gela riendo- ¿nunca lo has visto? Da miedo
Así pasamos gran parte del invierno, entre componer y remozar los temas una y otra vez. Nunca nos dimos cuenta cómo pasó el tiempo y que marzo venía, igual que el invierno iba terminando... Venía mi cumpleaños número 17 (sí soy un par de meses mayor que Nick)
- Tenemos que hacer algo- dijo John una mañana durante el desayuno
- ¿Algo como una fiesta?- dije yo
- ¡Nah! Algo más calmado, con la tropa claro está- añadió con una sonrisa- De hecho deberíamos hacerlo acá en lugar del Runner, por supuesto.
- Me gusta la idea- dije algo aliviada, la verdad las fiestas grandes llenas de gente nunca me han gustado mucho.
- ¡Hola!- dijo Nick con carita de sueño- ¿De qué se habla?
- Bueno, como ya sabes, el cumpleaños de Kitsu es ahora luego y estamos planeando una fiesta- le resumió John mientras le pasaba un mug con café cargado.
- Suena bien, podría ser el DJ, ahora que tengo ese trabajo en el Runner, sé cada vez mejor lo que a la gente le gusta escuchar... – dijo él aún despertando.
Me reí. Me encantaba la idea de que Nick trabajara ahí, no sólo por el dinero (que sí servía mucho) sino además porque estaba aprendiendo mucho sobre melodías y cosas como esa. Con ese trabajo aprendió a tener el poder de convertir una simple canción en un clásico, cualidad que mantiene hasta hoy.
- Bien- dijo John- Voy a llamar a todos para invitarlos
- Dile a Simon que traiga copete- le dije- mira que quiero tomar como condenada en mi fiesta.
- ¿Por qué?- preguntó Nick
- Porque es mi fiesta- le dije sellando cualquier intento de discusión con un beso.
Esa noche fue de locos... No sólo porque la pandilla en pleno estuvo conmigo, sino que también se añadieron amigos, estaban los primos de Roger que andaban de visita, nuestros primos... Fue raro tener en mi casa a casi toda la familia, especialmente lo digo por Paul, a quien llamábamos el Gemelo. Era exactamente igual a John, pero con los ojos azules en lugar de café y no usaba anteojos a causa de la miopía, como era el caso de John que perdió su vista a los siete años.
Debo decir que su presencia siempre fue motivo de problemas entre las parejas, sobre todo aquellas que miraban primero a John. Sin embargo, siempre era bienvenido, a pesar de todo.
- ¡Paulie!- grité cuando lo vi en la puerta de la calle- Hace demasiado tiempo que no te veía. ¿Cómo estás?
- Excelente, ¿y tú?- respondió entregándome un pequeño regalo- ¿Dónde está Nige?
- Estoy bien, gracias... Nige está en la cocina, pasa, yo te guío- apenas puso en pie en la casa, todas las chicas presentes pensaron que entraba un ángel o una aparición
- ¡Chicos! Les presento a mi otro primo Paul Taylor, el Gemelo
- Hola- dijo Gela sin salir de su asombro
- ¡Hola! Yo soy Anita- dijo ella de pronto olvidando que tenía un novio. Yo sólo la miré, un poco extrañada de su actitud.
Tomé a Paul de la mano y me lo llevé a la cocina... Nick y John estaban preparando algunos tragos.
- ¡Paulie!- dijo John cuando nos vio llegar
- ¡Hey, Nige! Qué bueno volver a verte
- Lo mismo digo- dijo él saludando a su primo con un abrazo apretado.
- Paulie- dije- Quiero presentarte a mi novio, Nick Rhodes.
- Encantado de conocerte... Tu cuida bien a mi querida Paulie (era el único que me llamaba así, junto con mi padre, sólo para sentir que no era el único Paulie de la familia) o te daré una pateadura que recordarás el resto de tu vida.
- ¡Paul!- le dije- tú haces eso y yo te cazaré, te atraparé y cuando acabe contigo, ni tu madre te reconocerá.
- Hey- dijo Nick con una sonrisa divertida después de lo que dije- No te preocupes, mira que la quiero mucho.
En ese momento, Mary Joe entró a la cocina y casi tiró el contenido de su vaso cuando vio a dos John
- Creo que mi cerveza está demasiado fuerte- dijo
Nos reímos un montón. Estaba realmente sorprendida, aunque a nosotros ya no nos sorprendía en lo más mínimo.
- Este es Paul, nuestro primo- dije- Paulie, esta es Mary Joe, la novia de John, puedes llamarle Mary
- Encantado de conocerte- y mirando a John añadió- Linda palomita tienes acá
- Cuidado- dijo John- Soy tan buenmozo como tú, no me podrás robar una novia tan fácil. Y mis anteojos no son obstáculo.
Miré a Mary Joe y le dije:
- No te preocupes, no hablan en serio... Están siendo pendex no más, como siempre lo han sido cuando se juntan
- Oh... Por un momento pensé que se iba a pelear por mi...
- ¡Nah! Vamos, dejemos que hablen estupideces por un rato, Nick vas a poner algo bailable
- Por supuesto- dijo él dejando también a los primos que discutieran solos.
En el living todos estaban hablando de Paul y John. Todos eran incapaces de creer que el parecido fuera tan notable. Mientras observaba, de alguna manera comencé a prever que habría problemas esa noche, pero no sabía por qué o qué.
La noche seguía su curso y todos lo estaban pasando muy bien, la música que Nick ponía realmente era perfecta y no lo digo porque fuera su novia. En ese mismo momento, vi que Anita se acercaba a hablar con Paul
- Hey, Gemelo- dijo
- Hola... Anita, ¿cierto?- dijo él sonriendo de manera seductora
- Sí, lo recordaste- dijo ella feliz y con la cara iluminada
- ¿Cómo se me podría olvidar una linda cara y tan lindo nombre?
Ella sonrió casi como una tonta.
- Tú eres la novia de Simon, ¿verdad?
- Sí- dijo ella poniéndose tan seria como hace un rato sonreía.
- No te veo muy convencida de eso
- No es eso, me gusta Simon, pero quiero.... No sé lo que quiero...- dijo haciendo una mueca que más parecía un puchero.
- Pero no lo quieres a él- dijo Paul acercándose un poco.
Ella temía decirlo, pero Paul tenía razón. Ella quería algo más y a Paul no se le iba a escapar esa oportunidad de tomar ventaja de una chica en un momento vulnerable. Sí, es mi primo, pero no voy a ocultar la verdad por eso, ¿no? Al fin y al cabo, cuando decidí contarles esta historia, me prometí ser honesta en todo sentido y no voy a esconder que uno de mis primos es un mujeriego empedernido.
- ¿Te gustaría tomar algo?- le preguntó
- Sí- dijo ella- Vino tinto, me encantaría. Es mi favorito.
- Voy por él- dijo Paul con una sonrisa casi maquiavélica.
Estaba encantada... Para ella era como tener a otro John sólo para ella, porque al fin y al cabo, y lo supe años después, se acercó a Simon porque le gustaba John. Ni siquiera pensó en Simon, o en sus sentimientos o si saldría herido. Para decirlo de manera honesta, no pensó.
En ese momento, Simon conversaba con Gela en el otro extremo del living, aunque de cuando en cuando miraba a Anita. Le gustaba verla feliz interactuando con sus amigos. Al menos él creía que era por eso, pobrecito.
- ¿Cómo estás, S?- solía llamarlo así, nunca supe por qué, pero a Simon no parecía molestarle.
- Me encantaría decir que bien, pero no. Es extraño, pero desde Navidad que Anita actúa extraño conmigo…
- ¿Extraño cómo?
- Como si ya no quisiera estar más conmigo- dijo él bajando un poco el tono de voz.
- Pero por qué no hablas con ella, ¿lo has hecho?- le dijo Gela mirándolo directo a los ojos.
- No...- lo dijo como si fuera una verdad indecible
- ¡Pero, deberías hacerlo, S!
- Lo haré y lo haré ahora mismo- le dijo mientras iba a buscar a Anita, quien en ese momento había abandonado el living con Paul. Habían ido afuera con la excusa de fumar, aunque todos estaban fumando adentro.
Para él fue una gran sorpresa verla conversando con Paul animadamente, tomados de la mano, flirteando con él. Hay que decirlo, en ese momento, el mundo de Simon colapsó. Creo que no se esperaba ver algo así de nadie, menos de Anita. No de ella. Simon ha salido con mucha gente, pero ha amado sólo a dos personas, eso lo sé y una de ellas fue Anita.
Lo que pasó después no lo recuerdo con claridad. Recuerdo haber visto a Simon dejando caer una copa llena de vino, el sonido del cristal rompiéndose contra el suelo y el líquido manchando algunas murallas; Anita tratando de explicar la situación y por qué estaba besando a otra persona. Pero, ni siquiera para mí había una explicación posible, que iba a decir, si la vio. Lo que estaba hecho, estaba hecho.
No hubo peleas, ni gritos, pero la atmósfera después del incidente quedó enrarecida, fue como estar en un campo de batalla justo después de la misma. No sabes qué hacer o qué decir y estás asustado hasta los huesos... Y había que contar a los muertos.
Cuando Simon se fue, Gela fue la única que lo fue a ver, salió casi corriendo en pos de Simon, necesitaba ver cómo estaba y que no hiciera nada estúpido. Mientras, en la casa, Anita estaba en shock. Nadie estaba seguro de qué decirle a ella, así es que se fue antes que alguien realmente lo hiciera, por supuesto mi primo Paul se fue con ella, no se les volvió a ver después de eso.
No estoy muy segura si yo la vi otra vez después de esa noche, pero sí estoy segura de que estuvo con Paul durante cinco años. Fueron bien felices hasta que lo pilló con otra chica en la misma acción que ella había sido sorprendida por Simon. "Por donde pecas pagas", dice el dicho.
Mi fiesta de cumpleaños terminó no mucho después de este espisodio y sólo nos dimos cuenta de lo que realmente había ocurrido cuando limpiábamos todo en la casa, con Nick y John. Recién ahí, reaccionamos incómodos y molestos.
- Sólo espero que Simon esté bien- dijo John un tanto preocupado
- Sí, yo también- contesté sin mirarlo mientras recogía algunos restos de la copa rota- Realmente se estaba enamorando de esta chica
- Lo sé- continuó Nick- O sea, era cosa de ver sus ojos cada vez que hablaba de ella... Lo que siento más de todo esto, en todo caso, fue que ocurrió en tu cumpleaños- me dijo mirándome directamente con esos ojos esmeralda.
- Sí, no pudo ser un peor momento- agregó John
- No importa ya, me dio una anécdota que contar cuando sea vieja.
- dije- Podría haber sido peor
- ¿Y cómo podría haber sido peor, si se puede saber?- dijeron ambos
- Bueno, podría haber terminado en pelea, con la policía acá, dando explicaciones de por qué no hay adultos responsables en esta casa y todo eso.
- ¡Hey!- reclamó John.
- No es el estilo de Simon andar peleando o buscando pelea. De hecho, él sólo peleará si le buscas la pelea- dijo Nick sin hacer caso a la protesta de mi primo- Bueno ya hicimos suficiente por esta noche, mejor nos vamos a dormir.
- Sí, mejor nos olvidamos de todo esto y nos quedamos con lo mejor de este día- agregó John- Buenas noches, Nick, buenas noches, prima...- me dijo dándome un leve beso en la mejilla.
- Noches- le contesté- estoy feliz de que no seas como Paul.
- Yo también, Kitsu, yo también- dijo él cerrando la puerta de su pieza para dormir.
En nuestra pieza, Nick estaba poniéndose su pijama. En ese instante me sentí bien de tenerlo conmigo, como que en realidad, nada podía hacerme daño, por lo que corrí a abrazarlo... como si nada más importara. Sin embargo, algo muy adentro mío me decía que las cosas iban a cambiar tarde o temprano y que éste era el principio del fin. Como si el fin de la relación entre Anita y Simon marcara el principio de lo inevitable.
Tal vez, ahora que lo veo con distancia, fue el principio del fin, o tal vez es sólo una exageración, como las que suelen provocar la nostalgia y los recuerdos.
- ¿Estás bien, Kits?- me preguntó Nick
- No lo sé... Es que... Tengo esa sensación de que nada será como antes- le dije un poco preocupada- Sólo espero que Simon no intente nada estúpido.
- Tonta... Simon estará triste al principio, pero te aseguro que nada de lo que pasó hoy cambiará la relación que tenemos con él o que cambiará nuestra relación o hará que Simon haga alguna tontera, lo más probable es que haya ido al Runner a tomarse toda la existencia de copete, pero nada más- dijo Nick con una media sonrisa, mientras se tapaba y preparaba para dormir.
- Pero... Es que es todo tan extraño- continué- es como si las cosas hubieran dejado de tener sentido.
- Lo sé, también me siento igual, pero de nuevo, no nos afectará, confía en mí- me dijo dedicándome una de esas sonrisas demasiado bellas que tiene- Vamos, Kits, es hora de dormir, descansa y olvídate de esto.
- Oh!...- le dije fingiendo pena
- ¿Qué?- me contestó con un tono juguetón
- Pensé que como era mi cumpleaños me tendrías un regalito más- le dije con un tono sexy
- Bueno... Si no vienes a la cama ahora, tendré que pensarlo, estás demorándote mucho y pensando mucho y matando las pasiones- dijo él divertido.
Me saqué el pijama y caminé hacia él como un pequeño zorrito. Por supuesto, huelga decir que pasamos un increíble momento en la cama y que en ese instante todos mis temores se borraron, al menos durante un rato.
***
Un mes después de mi cumpleaños, buenas noticias llegaron para la pandilla. La primera era personal, Simon había encontrado a otra persona y era parte de mi banda: Gela. Aparentemente, ese día, ella lo acompañó al Runner y entre los dos se emborracharon culpando al amor, entre otras cosas, y hablando hasta de la guerra, para luego irse a la casa de Simon y despertar juntos sin saber muy bien cómo llegaron ahí, pero seguros de que querían volver a repetirlo.
De hecho, Gela fue tan importante en la vida de Simon, que fue ella la que le regaló el colgante con le tigre bebé que no se sacó más, incluso sé que lo tiene hasta el día de hoy y que aún lo ocupa de cuando en cuando, supongo que cuando Jasmin no lo ve o finge no interesarle. Parece que todos los eventos anteriores los empujaron a estar juntos y a darse cuenta que al menos durante un tiempo eran lo que el otro necesitaba.
La segunda gran noticia era que otra banda necesitaba un telonero para una mini gira por Inglaterra y llamaron a los Duran
- Serán tres semanas a lo largo de todo el país- me contó Nick entusiasmado, casi armando la maleta en ese mismo momento.
- Eso es fantástico, Nickie- le dije abrazándolo.
- Me encantaría que me acompañaras... – dijo él medio distraído
Eso me tomó por sorpresa. Por supuesto que quería ir, de todo corazón deseaba estar con Nick esas tres semanas viajando, pero había un problema, tenía mi propio calendario de fechas de tocatas con Lady Fox.
- Sabes que me encantaría, Nickie- le dije realmente muy apenada- pero no puedo, tengo mis propias tocatas durante estas semanas, estamos copadas entre el Rum Runner esta semana y las próximas dos con la mini gira de the Darkness
Nick no dijo nada, pero pude leer en sus ojos que estaba decepcionado. Eso me molestó un poco, porque él sabía que no podía ir con él y que no sería ni la primera ni la última vez que nos pasara eso, porque ambos teníamos nuestros propios proyectos y bandas.
- ¿No puedes cancelar?- preguntó él distraídamente.
- ¡¿Cancelar?! Nick, yo te amo, de verdad que sí, pero esto también es mi vida. Mi banda para mí es tan importante como para ti lo es Duran y sabes que no puedo ni voy a cancelar.
- Pero Mary viene con John...- dijo tratando de convencerme
- Nickie, ella puede ir... Te aseguro que Gela, Gisella y Yas les dirán a los chicos que no pueden ir, igual que como te lo digo yo ahora. Nosotras tenemos nuestra banda y nuestras tocatas por hacer, Nickie. No puedes simplemente pedirme que deje todo botado por ir contigo- le dije yo sintiendo como una oleada de rabia me subía por el cuerpo.
Él sabía que yo tenía razón, pero de alguna manera o de otra esto lo hirió mucho. No dijo nada más, simplemente se paró y fue al cuarto de música y dio un portazo. Yo me quedé ahí, sintiéndome mal, pero no pensaba ir a rogarle que entendiera... Era la primera vez que peleábamos y jamás se me habría ocurrido pensar que iba a ser por aquello que más nos unía... La música
En la noche apenas sí hablamos. Nos fuimos a dormir casi sin tocarnos en la cama, cada uno en un rincón. Yo estaba enojada porque el creía que yo dejaría de lado mi vida y mis sueños por él... Quería gritarle, pero no pude, no me quedaban energías y él tampoco me dirigió la palabra, se durmió ignorándome totalmente.
Al día siguiente, todo estaba listo para la salida de los chicos. Mary Joe llegó muy temprano y cuando yo desperté Nick ya se había levantado. Estaba con el resto tomando desayuno.
- Hola, Kity- me dijo Mary Joe cuando me vio entrar
- ¡Hey, Mary! ¿Así es que te vas con ellos?
- Sí, ¿tú no?
- No, tiene mejores cosas que hacer- dijo Nick con un tono irónico que odié.
- Nick, sabes muy bien que tengo mi banda y que estas cosas pasan- le dije golpeado.
- ¿Le pediste que viniera, Nick?- preguntó John- Sabes muy bien que ella no iba a poder, Nick, tiene fechas en el Runner y la mini gira con the Darkness, incluso tú estabas ahí cuando aceptaron ese contrato...
Le sonreí a John. Incluso él comprendía mejor que yo no podía acompañarlos por motivos de trabajo y que la tenía que jugar para ser una de las bandas estables del club.
- Nick, no sé por qué estás tan molesto, pero quiero que sepas que te amo y que estaré pensando en ti estas tres semanas- le dije dedicándole una sonrisa triste- Así es que da lo mejor de ti.
- Sí, sí- contestó como si no le importara- Bien, gente, son casi las 10 de la mañana y nos tenemos que ir, tenemos que estar en la estación antes de las 10 y 30.
- Sí, Nick, voy por mis cosas- dijo John mirándome con cara de hablaré con él.
- Voy contigo- dijo Mary Joe como adivinando que debía salir de ahí.
Nos dejaron solos en la cocina.
- ¿Qué puedo hacer para convencerte de que deseo estar contigo sobre todo en tu primera gira, pero que tengo a mi propia banda? – le dije tratando de ni llorar.
No contestó. Simplemente se paró y se fue dejando la pregunta en el aire. De hecho, ni siquiera se despidió. No lloré, ni nada, pero las chicas de la banda se dieron cuenta de que no estaba bien.
- Nick está molesto conmigo porque no puedo acompañarle en su gira- Les conté finalmente
- Pero el sabía que teníamos tocatas acá- dijo Yas
- Lo sé, yo tampoco entiendo por qué estaba así...- les dije realmente apenada.
- No pienses más en eso ahora, Kitsu. Vamos a tocar y hacerlo bien, es la mejor medicina para las penas del corazón- dijo Gisella- Eso fue lo que me dijo Andy antes de irse.
- Ooooh- dijimos todas con un toque de burla y otro de envidia.
- Pero tiene razón- dijo Gela- ¡Hagamos un poco de ruido!
Al menos durante ese momento, no pensé más en Nick y en por qué estaba enojado. Me dediqué con todas mis energías y ganas a la música y a mi teclado. Fue casi como entrar en trance y relajarse, nada más importaba excepto la banda. Nada más importaba excepto la música.
***
Una semana ya había pasado y no tenía noticias de Nick. Sólo John llamaba de vez en cuando para saber cómo iban las cosas. Pero, él y yo sabíamos que no era lo mismo, que yo necesitaba hablar con Nick. A pesar de la mini gira por los clubes de Birmingham con the Darkness, no lograba olvidarme de Nick ni un minuto.
- Hay algunas cuentas que pagar esta semana- dijo John al teléfono- Así es que puse la plata en nuestra cuenta para que puedas ir a pagar lo antes posible. ¿Cómo les ha ido con la mini gira?
- Bien, John... gustamos bastante y realmente es divertido cambiar del ambiente del Runner ¿Cómo está todo con ustedes?
- ¡Muy bien, también! Le hemos gustado mucho a la gente. Creo que con el dinero que he ganado podré, por fin comprarme un par de lentes de contacto. Estoy cansado de los anteojos, además qué músico los usa.
- ¿Buddy Holly… John Lennon? En todo caso, primito- le dije antes de que me pudiera responder- me alegro mucho por ti, te vas a ver muy bien, además era lo que querías... Así es que no dudes en hacerlo… ¿Cómo está Nick?
- No te ha llamado, ¿ah?- me dijo en todo de le voy a sacar la cresta.
- No- le dije un poco triste- Dile que lo echo de menos.
- Lo que voy a hacer, es sacarle la cresta, eso es lo que haré- me dijo casi reclamando.
Sonreí, pero no dije nada.
- Kitsu, me tengo que ir ahora- dijo John apenas se cumplió un minuto de la llamado- ¿Cuídate mucho ya? Te echo de menos, me encantaría poder mostrarte todas las fotos que hemos sacado.
- Bueno, podrás hacerlo en dos semanas más cuando llegues- le dije yo queriendo que no se fuera, aunque era inevitable.
- Por supuesto que lo haré. Dale mis saludos a las chicas. Nos vemos- dijo John apurando antes de que se cortara el llamado
- Sí, lo haré, dale mis saludos a los chicos y a Mary
- Claro que sí, prima, nos vemos. Cuídate.
- Tú, también John- le dije aunque no sé si lo habrá escuchado.
Cuando colgué me sentí vacía. La casa estaba vacía, Mary Joe estaba a kilómetros de distancia con los chicos, Yas y Gela estudiaban para sus exámenes para entrar a la universidad cuando no estábamos ensayando ya que planeaban entrar al año siguiente, sobre todo Yas... Estaba sola y se sentía horrible, de pronto el corazón me empezó a pesar.
Fui al cuarto de música y empecé a componer canciones, necesitaba distraerme, no pensar en nada más que música, mi querida música, siempre está ahí cuando la necesitaba. La música fue mi única compañía durante mucho tiempo, esos tiempos donde sólo veía a John una o dos veces al año, cuando mi madre cada vez enfermaba más y más por el cáncer, donde él inventaba juegos e invitaba a sus amigos para que yo no me distrajera con la pena... Y Nick...Esas tardes que pasábamos juntos, jugando y siempre se acercaba una niñita que se moría de ganas por jugar con él.
- No- solía decir- Hoy mi amiga Pauline está de visita y voy a jugar sólo con ella. Y así dejaba a las niñitas del barrio con cara de odio mirando como sólo me dedicaba toda la atención a mí. Yo era la única en su vida cuando andaba de visita
Siempre fue mi mejor amigo. Mi compañero... En ese momento todo eso se me vino encima... La soledad, que estuviera enojado conmigo, que yo también me hubiese enojado y las lágrimas comenzaron a caer... Estaba llorando. Al fin, estaba llorando. Una semana tratando de no pensar y sólo había conseguido acumular la pena.
Y sonó el teléfono.
Al principio creí que a john se le había olvidado decirme algo, así es que intenté disimular la pena y el llanto lo mejor que se podía.
- Hola- dije con la voz aún quebrada
- ¿Estás llorando, Kits?- dijo al otro lado, una voz familiar... Era Nick. Era mi Nick.
- No- mentí- sólo estaba durmiendo.
- Sí, claro- dijo sin creen una palabra- ¿Cómo estás? Y quiero la verdad...
- Te extraño, Nickie...
- Lo sé y lo siento- me dijo él con un tono muy tierno que no le conocía.
- ¿Por qué?
- Por haber sido un imbécil- dijo un poco avergonzado- O sea, yo sabía que no podías acompañarme y aún así intenté forzar las cosas porque era mi primer tour y era importante y quería compartir ese momento contigo... Y ahora te extraño y lo único que he hecho es hacer música porque no logro pasarlo bien sabiendo que estás mal por mi culpa y aparte de John (que me amenazó con el infierno por dejarte así de mal), nadie más entiende por qué estoy así. Lo siento, perdóname Kits, ¡lo siento de verdad!
- Yo también lo siento, Nick- le contesté- Yo…
- Tú no tienes que disculparte, tenías razón- interrumpió- Fui un tonto al querer que estuvieras acá cuando no podías
- Pero sabes que quería estar contigo, ¿no?
- Claro que lo sé... Pero tienes tu banda, tu propio calendario, tus tocatas y no puedo olvidar eso de nuevo. ¡De verdad lo siento!
- Lo sé, Nickie y está bien, ahora no te tortures más por favor. Te prometo que yo estaré bien, estoy bien
- Lo sé... Sé además lo mucho que te hubiera gustado estar acá... Tenemos fotos, ¿sabes?
- Sí, John me contó, ¿me las mostrarás en dos semanas más?
- Sí, por supuesto, tengo que hacerlo, la mayoría parecen un montón de humo y un montón de gente. A veces, parece un montón de humo con un montón de gente y algunas luces, alguien tiene que estar ahí para explicártelas- dijo riéndose muy fuerte como solía hacerlo cuando estaba muy feliz.
- Entonces te estaré esperando en una semana y media más, Nickie- le contesté después de reírnos un buen rato- Por ahora trata de pasarlo mejor y divertirte, ¿ya?
- Lo haré Kits, y sólo por ti. Buenas noches
- Buenas noches, te amo
- Yo también.
Me quedé pensando en qué le habría dicho John para que me llamara tan rápido… “Tal vez, le advirtió que se quedaría sin dientes antes de tiempo, si no me llamaba”, pensé divertida y aliviada de que todo esto hubiera terminado.
Esa noche definitivamente me fui a dormir sintiéndome mucho mejor y mucho más ligera. Tenía la sensación de que todo mejoraría desde ahora. El corazón ya no estaba roto. Al menos, ya no se sentía roto.
***
Después de haber arreglado las cosas con Nick, los días se fueron más rápido, aunque también ayudó mucho la mini gira con los The Darkness, que era una cosa de todos los días. Así es que ninguna se dio cuenta cunado dio la fecha de la vuelta de los chicos, por lo que fui a la estación a esperarlos. Bueno, no sólo fui yo, Gela, Gisella, y Yasmin vinieron conmigo. Todas las Lady Fox esperando a los Duran Duran.
- ¡¡Miren ahí están!!- dijo Yas casi gritando, se notaba que extrañaba a Roger cualkier cantidad.
- ¡¡ANDYYY!!- gritó Gis casi al tope de sus pulmones
- Hola, amor- dijo él mientas se abrazaban fuerte
- Hola, Andy. ¿Has visto a Nick?- le pregunté.
- Está bajando sus cosas del bus en este momento, Kitsu- conestó- ¿Y tú cómo estás?
- Mejor que nunca, me alegra que hayan vuelto.
- Nada como volver a casa- dijo mirando fijamente a Gis, se notaba que ahí abundaban los planes para más tarde.
No estaba segura de si permanecer ahí o no... Ni siquiera me di cuenta cuando comencé a avanzar al bus. En el camino me encontré con John y Mary Joe.
- ¡Prima!- dijo él dándome un gran abrazo- Nick está justo allá- me dijo indicándome un chico delgado entre una gran cantidad de bultos.
- Hola, John, gracias... ¿Cómo estás Mary?
- Bien, lo pasé genial- dijo ella
- ¡Buenas noticias!- dijo John- ¡me mandaré a hacer mis lentes de contacto!
- ¡Eso es excelente!- le respondí dándole un gran abrazo.
- Pero te contaré después, anda a ver a Nick, de seguro necesitas darle un merecido abrazo a él también.
- Estuvo llorando por ti todo el camino- dijo Mary Joe con una sonrisa comparable a la del gato risón de Alicia en el país de las Maravillas.
Sonreí pensando sólo en la cara que pondría al verme.
Cuando llegué al andén, Nick estaba junto a Roger que ordenaba su batería en un carrito. Cuando Roger me vio iba a avisarle a Nick, pero con un gesto le pedí que no lo hiciera y permaneció callado. Quería sorprender a Nick, así es que me coloqué atrás de él y tapé sus ojos suavemente con mis manos.
- ¿¿¿¿Adivina Quiéééén????- dije con una voz melódica en falsete y casi riendo.
- ¡¡Kits!!- gritó apenas escuchó mi voz
- ¡Nickie!- le dije mientras le daba un abrazo de esos que duran por siempre- Dios, te extrañé demasiado.
- Yo también, no quiero hacer esto nunca más.
- ¿Hacer qué?
- Dejarte sin despedirme, fue casi como torturarme todo el viaje- me dijo un poco afligido
- Para mí fue lo mismo, Nickie, la próxima vez no te vas a ninguna parte hasta que hayamos terminado una discusión
- No eso tampoco, no más peleas, las odio, odio pelear contigo, odio enojarme contigo... No tienes idea de cuán mal lo pasé en este tour porque me enojé contigo por una estupidez... ¡fui un idiota!
- No digas eso, Nickie, no eres estúpido- le dije volviendo a abrazarlo y apretarlo como si no quisiera que se volviera a ir- Vamos, te ayudaré con esas cosas. Vamos a casa.
Lo abracé de nuevo bien fuerte. Estaba contenta de tenerlo otra vez conmigo, de poder otra vez tocarlo y sentir sus manos. Creo que brillaba cuando iba de la mano con él a casa… Nuestra casa.
Llegamos un tanto cansados a la casa, sin embargo, John y Mary Joe tiraron sus cosas y salieron de nuevo.
- Te veo en la noche, Kitsu- me dijo
- ¿Dónde van?
-Al Runner a celebrar que me compro lentes de contacto- me dijo, aunque en realidad era una excusa para salir a tomar con su novia.
- Ah, bien
- ¿Quieren venir?- preguntó Mary Joe
Miré a Nick y luego los miré a ellos... Quería celebrar, pero también quería que Nick y yo pasáramos un rato solos, lo necesitábamos.
- Te diré qué- les respondí finalmente- Voy a ayudar a Nick a desempacar sus cosas y nos juntamos después, ¿vale?
- Por mí excelente, Kitsu, no lleguen tarde- dijo John mientras cerraba la puerta de la calle
Miré a Nick con cara de “sí llegaremos tarde”.
- Por fin, solos- le dije besándolo- Fueron tres largas semanas y te eché demasiado de menos
- Yo también, Kits, no me dejes ir a otro tour de nuevo- me dijo besándome con desesperación.
- Veré que puedo hacer-le dije mientras le sacaba la polera- Así está mejor- le dije besando su pecho- Esto es lo que más extrañe.
Lo tomé de las manos para guiarlo a la pieza, nuestra pieza, besándolo, tocándolo justo donde más le gustaba... Apenas habló, simplemente sonreía y se dejaba hacer, disfrutando de cada momento y cada caricia. Me encantaba esa sonrisa y me hacía desearlo más.
- Extrañaba esa sonrisa- le dije entre besos y quejidos
- Y yo te extrañaba a ti- dijo buscando con sus manos mi pecho- Y extrañaba tu cuerpo, este cuerpo perfecto, suave, hermoso...
Me sacó finalmente la polera y con un poco de esfuerzo mi sostén, mientras mi corazón iba a mil. Sentí su lengua en mi boca y coloqué mis manos en su cuello. Lo llevé sobre la cama encima mío y pude sentir su erección en mi entrepierna. Nos frotábamos mutuamente mientras nos besábamos apasionadamente y nuestras manos volaban por nuestros cuerpos explorando. Dibujé con las puntas de mis dedos los contornos de su pecho y vi como sus pezones se endurecían al tacto. Él se acercó a mí, para besar mis orejas y delicadamente deslizó mi polera por sobre mi cabeza. Cerré mis ojos y arqueé la espalda, hundiendo mi cabeza en la almohada. En el intertanto, Nick bajó su cabeza a la altura de mi pecho y comenzó a besarlo, jugando con su lengua en cada parte sensible que encontraba. Casi ya llegaba al éxtasis.
Nos detuvimos por un momento mientras Nick rodaba en la cama para ponerse de espaldas. Ese momento lo aproveché para quitarle los pantalones y la ropa interior que volaron por la pieza. Luego tomé su miembro en mi palma y comencé a acariciarlo rítmicamente. Nick respondió a ello con una gran inspiración y un leve quejido. Estudié su rostro y noté lo mucho que lo disfrutaba. Sus largas pestañas alteaban sin control y fue mi señal para acelerar el paso. Nick comenzó a quejarse un poco más fuerte y empezó a llamar mi nombre mientras se aproximaba al orgasmo. En ese momento, agarró mi cintura y volvió a rodar para quedar encima mío otra vez. Sin dudar me sacó la falda y mi ropa interior y con la punta de su dedo medio, bajó desde mi ombligo a mi entrepierna, frotando suavemente, para luego llevarlo adentro mío, usando su pulgar para estimularme. Cuando ya estaba húmeda, abrí un poco más mis piernas y él aprovechó de introducir su dedo índice también. Cuando me acercaba al clímax, Nick cubrió mis labios con los suyos y me sintió temblar. Luego con un laargo suspiro llegué y en mi cabeza lo único que veía eran puntos de colores.
Nick, en un movimiento me penetró y comencé a sentir cómo entraba en mi cuerpo con un placer único. Levanté un poco mi pelvis para facilitar más las cosas, quería que entrara rápido.
Lo rodeé con mis piernas y comencé a clavarle las uñas en la espalda. La combinación entre mis arañazos y la presión de mis piernas hicieron que Nick perdiera el control totalmente. Lo miré directamente a esos ojos verdes suyos y pude ver toda la energía que él tenía, esa energía de placer puro. En ese momento, cuando veíamos venir un nuevo orgasmo comenzamos a decir aquellas palabras secretas, llenas de promesas, amor, pasión y esperanzas. Promesas que te transportan más allá de la realidad.
Las embestidas de Nick eran cada vez más agresivas y yo disfrutaba cada minuto de ellas. Era como si tocara cada fibra de mi alma y la esencia de mi vida y mientras pensaba en esto sentí como Nick acababa junto conmigo. En ese momento entendí el concepto de unidos en cuerpo y alma
Nick cayó a mi lado en la cama, cubierto de sudor y sonriendo, oliendo aún a mí. Me acercó a él en un abrazo y lentamente comenzó a acariciar mi cabello.
- Sabes que John y Mary Joe nos están esperando, ¿verdad?- le dije entrecortadamente aún buscando aire.
- Sí, lo sé- respondió- que esperen...- dijo cubriendo mis labios con un largo beso
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