Con los senos llenos de caracoles como en el mísmo éxtasis impúdico de un sinfín de abismos... El viento acaricia y esparce entre los labios los besos que no he dado jamás Detrás de esos caracoles se oye el mar.
Texto agregado el 06-10-2009, y leído por 324 visitantes. (8 votos)