Algunas veces merodeando en las entrañas de lo necrofilico como afirma Erich Fromm en su Corazón Del Hombre, hay ciertos destellos de coherencia en nuestro paso por este mundo, una especie de catarsis disfrazada de paz la que brinda este señor con su melodía , alguna vez los sonidos ayudaran a formar un mundo, y en este mundo donde nuestro paso por la tierra en comparación a la edad de la misma es solo el primer paso de un niño, deberíamos escuchar a Francisco Gabilondo Soler así podríamos ser un niño mas amable, no el petulante enano que veo en el espejo cada vez que se levanta el ser humano, laguna vez los sonidos ayudaran a formar un mundo y si ese mundo crece sano muy probablemente sea por que de niño escucho a cri cri.