como se que te debo nada
una buena explicación valdrá
lo que valen las balas al alba
pero de todas formas
no consigo el perdón de dios
por guardar lo que no cabe en mi alma.
si bien las llevo y traigo
las palabras amarradas
nunca las quise conmigo
pues la dueña en sueños las reclama
o es mi desesperación por dar a luz
mis desesperadas ganas
de desahogar esta cruz.
solemne silencio déjame interrumpir tu oración
que en madrugadas has hecho
un fiel espectador
del ruido en mi cuarto
cuando las palabras no salían
emanaban gotas y no de sudor.
mas un espasmo frio
me ganaba el interior
y rogaba que no fuera intenso
aquel llanto de dolor.
como un espiral guiaba mis palabras
al sendero que una vez nunca existió
les asegure la pasividad
que al guardarlas nunca me dio.
así que me encajono en los días
esperando que tu abras mi caja
y ahí me encontraras
atontado por el sol que brilla como tu aura
con ojos tiesos
sin palabras.