Te regalo un rosa,
y un hermoso clavel,
por ser tan hermosa
y saber comprender.
Te extrañé estos días,
cuando no estuviste,
no tenía alegría,
me sentía muy triste.
Contaba los días
cuando tú no estabas,
escribía poesías
y me desvelaba.
Tristes esas tardes,
vivía con tu ausencia,
iba a muchas partes,
con fin de encontrarte.
Intenté llamarte,
no entró la llamada,
quise saludarte,
pero no lo lograba.
Pregunté por tí,
nadie lo sabía,
sabes que sufrí,
por tí vida mía.
En sueños te veía,
sonriente y feliz,
y así presentía,
"volverá a mi"
Hoy que estás conmigo,
pequeña princesa,
siento ese abrigo,
y ya no hay tristeza.
Gracias princesita
por volver a mí,
linda nochecita,
hoy estás aquí.
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