Primera cita Son tus ojos los que me hacen sentir esta alegría que no tiene fin y aunque en tu presencia quisiera fingir tu mirada me quema como un cautín… Igual me atrevo y quisiera saber si conmigo saldrías a unas copas beber, no pienses mal que es mi deber y como caballero invitarte a comer. Estoy tan nervioso por estar aquí que creo seguro me hago pipí que hago, que digo, no quiero mentir malditos sentimientos que vengo a sentir. Tengo miedo de no merecer ese cuerpo hasta el amanecer, pero más miedo me viene a nacer que en el lecho no me pueda crecer…
Texto agregado el 04-10-2009, y leído por 104 visitantes. (1 voto)