Se abren las grandes alamedas para dar inicio a la Marcha Mundial por la Paz, una iniciativa de algunos, que quizas aun son la minorìa, pero esa gente que hoy con sus bailes, alegrìas, saltos, colores, devuelven la esperanza, para creer que aun existen personas que quieren que este mundo sea más humano.
Estando hoy en la caminata, registrè mucha sintonia entre todos, el pùblico observaba con deleite este panorama, porque era algo inaùdito para estos tiempos, notè que hasta la fuerza policial sonreian, porque al fin personas se reunian con solo ansìas de cantar, reir y amar.
Mucha juventud que con esa energìa que carateriza a los jòvenes, hacian de este momento una melodìa, sus cuerpos jòvenes y lozanos saltaban sin una pizca de cansancio y los mayores, esos viejos humanistas, tenìan unos rostros de tranquilidad y emociòn.
Esto estaba ocurriendo simultàneamente en muchos lugares del mundo y es ahí lo que provocaba el mayor encanto de este momento, es como creer que al fin el mundo, se ponìa de acuerdo.
Todos y cada uno de nosotros queremos la paz, porque ya basta de tanto sufrir injusticias, discriminaciones, violencias. Es mejor tomarse de la mano, sentirnos uno al otro y esas grandes alamedas seràn nuestras y no solo de un sector, seremos libres de toda cadena y volveremos a nacer... |