nunca pensé que iba a doler tanto
tu despedida, como un puñal
atravesaron mis huesos
porque corazón ya no tengo,
me dijiste tanto que me querias,
aún así de la luna al sol cambiaste
alegrias y emociones por baratos lamentos
y molestos punzasos en mi alma
decidi estar contigo y hoy decido cortar
nuestro cordón imaginario
que no parará de sangrar y gemir
agonizante por tu despedida
y adios te digo, maldita alma mía
llena de pesarosos momentos como los son
tus peliculas snuff
que veíamos con culpabilidad ante la desgracia
de la vida.
y que la muerte te trate con cariño y suavidad
porque tu agonía será eterna
para soportar mil tratos con sabor a soledad
Texto agregado el 02-10-2009, y leído por 94
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Lectores Opinan
02-10-2009
…a ver que hay en este rinconcito...Huy un alma herida.Buen poema *5 aimara
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