Fractales

Trazó un puente al óleo, abajo colocó un río entre el paisaje agreste, que daba luminosidad a la escena. Contempló el cuadro por unos momentos, disfrutando cada detalle; un personaje apareció en el puente, miró al pintor y se alejó rumbo al bosque.

El pintor decidió ir tras él; de una pincelada marcó un camino que conducía al puente y se metió en el cuadro. El personaje se escondió en lo tupido del bosque. El pintor se detuvo justo en la mitad del puente, dudando entre seguir al personaje o salir de la pintura. Miró en dirección al estudio y vio a un artista entrar en la habitación; los ojos de ambos se cruzaron unos momentos. Entonces, decidió internarse en el bosque. El artista se acercó a la obra, entró en ella y fue tras él.