Tenemos realmente dos mentes?
Estamos claros en una cosa, nos auto referimos como “corazón o cabeza”, pero la verdad, es que creo suponer que mis lectores tienen claro que ambos conceptos coexisten en nuestras vidas, nadie se salva, también tengo claro que el cosmopolita se jacta por actuar con su razón; espero de corazón que las estadísticas apoyen esta filosofía de vida, ya que la realidad arroja lo contrario al menos para nosotras…las féminas, trataré de demostrarlo mostrando dos perspectivas, se nos viene el primer round entre hombres y mujeres.
Espero que no se pregunten que estaba consumiendo cuando quise proponer esta reflexión, solo se puede culpar a Goleman quien llenó mas de algunas de mis tardes; el día de hoy debo despejar aquella ecuación en donde nunca pude identificar las incógnitas, no quiero quedarme con la duda al no saber responder que pesa más, lo emocional o lo racional, no estoy cuestionando “ser o no ser”…es una pregunta bastante mas sencilla pero el sistema se complicó cuando descubrí que existe mas de un resultado, ya que todo depende de la variable en cuestión.
Me preguntaba, que ocupaba la gente a la hora de enfrentarse a una situación muy básica: Opción uno, corazón; opción dos, cabeza. Vamos de lo mas simple a lo mas complejo. Quieres comer helado, lo tienes en tu mano, si eres mujer lo analizas y ocupas la razón, donde lo mas probable es que mires sus calorías y lo contrarrestes con la opción corazón, “quiero- comer- helado”, elección que se lleva a cabo ya tras una increíble corriente filosófica que pasa por nuestras mentes, entre otras cosas, pensamos en destruir ese helado con un poco de ejercicio o la infaltable dieta del día lunes; conclusión, al diablo las calorías, nos entregamos al placer de degustar ese helado. Por otra parte, si eres hombre, la respuesta es muy clara, un helado definitivamente no puede ser un tema de discusión, si quieres un helado vas y lo compras…no hay mucho que pensar. Plop es la realidad; conclusión, hombres uno, mujeres cero.
Aumentemos el grado de complejidad, vamos a preguntarnos el por qué de esta toma de decisión, la respuesta no es tan simple como parece, el punto está en nuestra hipersensibilidad que obviamente nos caracteriza y diferencia al máximo del sexo opuesto; sí, somos lloronas, gritonas, brujas, enojonas, mañosas, etc., pero no es el tema de hoy, el tema es que esta hipersensibilidad que envuelve a todas estas características que se nos atribuyen, también afecta a una de nuestras principales manías, como lo es el querer saberlo todo cuando la realidad es que no es necesario saber nada, es decir, complicarse cuando no es obligatorio ocupar ni una sola neurona…pero nosotras creemos que tenemos de sobra…y las malgastamos. Ahora, una explicación científica no les puedo dar, pero si algunas indicaciones como para aclarar que es algo intrínseco y no se puede cambiar…hablamos de esencia, nos formamos así, aunque no descarto la teoría de que vinimos con esto desde la semillita…quien sabe. En fin, parece que lo de las dos mentes se complicó bastante mas de lo que yo pensaba, primero debía hacer el paralelo entre hombre-mujer, nos detuvimos en esta ultima, pero quien realmente sabe si explotamos una de estas mentes dependiendo del sexo que nos tocó, claro está que como ejemplo número uno podemos asociar hombre-razón, mujer-corazón…es solo eso, aunque estoy segura que a través de todos los ejemplos que daré en los siguientes textos llegaré a la misma asociación.
Conclusión final: cuando nos enfrentamos a lo cotidiano, las mujeres nos complicamos enteras, buscamos los pro y los contras de lo que estamos analizando, identificamos los detalles hasta en donde no los hay, pero finalmente se van al diablo esos malditos detalles…me pregunto, para que tanto “hacer como que pensamos” si al final no pensamos y solo actuamos con nuestro sentir, a diferencia del admirado perfil masculino, que decide rápido, no ocupa su cerebro y no se toma la molestia en buscar las cinco patas al gato…porque sabe que la ocasión no lo amerita…es claro que tienen la razón…no lo pensemos mas.
Estimados, he ahí una de las grandes diferencias entre ambos sexos, no quiero entrar en mas detalles porque soy mujer y no deseo que me cataloguen de machista, pero mientras pueda, haré notar las diferencias, mi intención es conocernos –hombre, mujer-por lo que seguiré escribiendo y resolviendo algunas dudas…esta fue la primera.
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