| En este día, mi alma se desborda,con versos bellos, tu nombre atesora.
 Madre querida, mi amor te declaro,
 con cada palabra, mi sentir te aclaro.
 
 Tu labor incansable, un don que atesoro,
 ser mágico, un cuento que adoro.
 Amiga fiel, confidente en mi aflicción,
 siempre a mi lado, mi eterna canción.
 
 Detrás de tus pasos, tu guía me alumbra,
 lucero en mi senda, que jamás me abruma.
 Donde reina la sombra, tú eres el calor
 mi faro en la noche, mi eterno amor.
 
 Nadie ve tus penas, tu rostro es sereno,
 solo la alegría, el don más pleno.
 Más si en tus ojitos, rocío se asoma,
 respondes con gozo, y alegría.
 
 
 Nadie ve tus llantos, si herimos tu ser,
 cada lágrima tuya, me causa un gran dolor
 Quiero cantarte hoy madre mía, un himno de alabanza
 agradecer a Dios, por ser tu hija, amada.
 
 Darle gracias al cielo, por este destino,
 ser mi madre, mi amor divino.
 Nueve meses aguardando mi dulce arribo,
 recuerdo caricias, besos y abrigo
 Tu rostro en mi memoria, con dos gotas de plata,
 rocío de dicha, que mi alma realza.
 Madrecita amada, la vida no alcanza
 para decirte cuánto te admiro mi madre adorada
 La fuerza de tu espíritu, es mi gran modelo,
 en días sombríos, tu abrazo, mi anhelo.
 
 Por todo lo que me das, y mucho más,
 en esta mañana, mi alma es tu compás.
 Dedico estos versos, los más puros del corazón
 para ti, mi madre, mi amor con devoción
 Eres mi adorada, mi estrella en el cielo,
 mi refugio eterno, mi más dulce consuelo.
 
 
 NTG.
 |