No me interrogues. Tu ansiedad dolorosa me atraviesa y digo...
Si yo pudiera explicarte las razones que tengo para no explicarte nada. Si tan solo por un instante pudieras percibir mi realidad paralela en la que sos un centro inexorable.
Tengo una angustia creciente, una ansiedad dolorosa que me arrebata de tus manos. Tengo una suerte espantosa, que disfrazada de destino me dice que no voy a tenerte. Esta mañana en la que no desperté, pensé en vos dolorosamente, tiernamente, culpablemente.
En los besos, en la risa, en la suavidad de las pieles tu nombre ha latido, insistente.
Quisiera poder decirte a donde me han llevado todas las mareas mentales en las q me has zambullido casi sin percibirlo. Pero la expresión del deseo en si, ya lo hace menos real, menos tangible. La expresión del deseo se traduce en calma de la ansiedad acumulada por la imposibilidad de hacerlo realidad.
Hay un mundo en el que sos mío y en el que siempre lo has sido. Tu plácida mirada reposa en mis ojos y el mundo se detiene igual que antes, igual que en la otra vida.
Tengo miedo. Tengo un miedo indecible de perderte y de tenerte.
...Pero no he dicho nada. Cuendo termine de pensar esto ya estarás en algun lugar de la ciudad desde donde no podrás verme sonreirle tristemente al vacío.

MarMaga (alias: Marianela Daraio)