Me conquistaron tus ojos,
Ese día, ¿recuerdas?
Tus pequeñas manitas, tu corazón cabalgando,
Tu mirada…mi mirada…el mundo que venias a vivir…
Te recuerdo. Aún
Ese día...
Fui tu madre…
Fui tu padre…
Casi Dios…
Te tome en mi mano, mi palma temblaba…
Se cayó una lágrima,
Se fue una más…
Se nos derribaron todas juntas, y no paramos de soñar…
¿Qué mierda me pasa?
¿Por qué me voy así?
¿Acaso será regreso de retornos sin descansos?
¿Acaso será retorno de regresos sin descansos?
Hijo, nadie se lo merece…te entiendo…
Mi dios. Que pena siento en mí…
Mi alma…que penas siento por ti…
¿Te harás igual?
¿Serás conforme te merecerás?
¿Te llevarás algo de mí?
¿Quë?
¿Hay dolor? ¿Rencor?... ¿otras cosas?
Mi hijo querido,
Esas pelotas que pateamos juntos,
Esos gritos de gol,
Esos abrazos de ositos…
Mi niño…
¿Me dejas llevar esto?
Ese día que me dijiste: “no te vayas papito”…
Aquél día que me dijiste quédate a dormir conmigo,
Dame caricias en la espalda…
Horas viendo mi mano derecha en tu cuellito, tu cabecita, tanta ternura que te dormías sin más…
Y yo, yo, soñaba…
Soñaba que algún día iba a volver...
Pasa el tiempo,
Los días enormes…
Globos, fiestas de cumpleaños, dolores, gripes, llantos…
Colores, fútbol, refrescos, dientes caídos,..
¿Todo me dejaré perder?
¿Todo?
¿Que tonto, no?
Perdona, es mi destino,
Dejar sin cerrar la herida.
Dejar sin abrir el cerrojo.
Es mi destino.
Un estúpido, que morirá sin nadie.
Un pedazo de carne desalmada y sin corazón.
No te merezco…
Pero te amo…
Te amaré, como nadie te amó.
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