Caminaron por entre las ruinas. No quedaba en pie ningun edificio de cuantos recordaban. Les sorprendia el movimiento de las calles como si todo fuese normal, la vida continuaba y no importaba el desastre en que habia quedado la ciudad, preñada de desolación, injusticia y muerte.
Las gentes continuaban su rutina diaria conviviendo con los destrozos y el aniquilamiento.Se asumia la violencia y el horror como parte de la vida.
Anduvieron con las manos entrelazadas y los ojos bañados en lagrimas ,anhelando tantos lugares compartidos que ya no existian, tantos momentos vividos, grabados en el recuerdo en esas calles de una ciudad llamada Bagdad.